“Marisol, descansa en paz. A sus familiares, que el Señor los llene de amor y fortaleza en tan difíciles momentos. Dios dé fortaleza a su familia, especialmente a su mamá y a su hija. Que triste esa noticia”.
En Lebrija, un municipio santandereano que está a unos 15 kilómetros de Bucaramanga, hay consternación por la trágica muerte de Marisol Negrón Gómez, la mujer que sicarios en moto asesinaron a balazos en la noche del pasado jueves 4 de julio frente a la tienda “El Romanticón”, en el barrio Los Caracoles.
El cuerpo de Negrón, de 35 años y madre de una niña, apenas será trasladado este domingo de la morgue de Medicina Legal, en Cartagena, a Barranquilla, donde residen algunos de sus familiares. No está confirmado aún si de esa ciudad llevan los restos a su pueblo natal.
De esta mujer se conoció que llevaba apenas unos meses viviendo en la capital de Bolívar, específicamente en el sector Ricaurte, de Olaya Herrera.
Lo que no tienen claro quienes la conocían es qué hacía Marisol en Cartagena. Lo que sí ha dejado entrever las indagaciones preliminares es que esa noche del jueves a ella la llamaron a su celular para ponerle una cita en Los Caracoles.
Negrón Gómez salió de su casa a eso de las 8 p. m. y abordó una mototaxi en el mismo sector Ricaurte. Apenas bajó de ese vehículo en Los Caracoles y caminó unos metros, dos hombres en moto la abordaron y uno de ellos, el parrillero, le disparó cuatro veces a quemarropa y sin mediar palabras.
La mujer recibió tres de los impactos en la cabeza. Quedó agonizando durante varios minutos en el suelo, rodeada de una muchedumbre que se limitaba a observar la terrible escena y a grabar videos con sus celulares.
Al poco rato, una patrulla de la Policía trasladó a la víctima al centro asistencial más cercano, pero los esfuerzos ya resultaron en vano. Los médicos confirmaron que la ingresaron sin signo vitales.
La Policía confirmó en un reporte oficial que Negrón Gómez tenía dos anotaciones judiciales en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) como indiciada por los delitos de hurto y abuso de confianza.
¿Macabra casualidad o hay relación?
Una hora después del atentado en Los Caracoles, sicarios en moto asesinaron en Olaya Herrera, sector Ricaurte, a Liliana Julio Rivas, de 36 años.
A Julio Rivas le dispararon cuando iba en moto con su pareja sentimental, Josmar José Colina Bracho, quien resultó gravemente herido en el despiadado ataque . Aún sigue en una UCI bajo observación.
En total, fueron seis los balazos que Liliana recibió: cuatro en el pecho, uno en la espalda y otro cerca del cuello. Su muerte fue casi instantánea. Los médicos confirmaron que la ingresaron sin signos vitales a la urgencias del Hospital Universitario del Caribe.
Sobre Liliana Julio, la Policía Metropolitana no reportó que tuviese anotaciones judiciales. De quien sí informó es de la pareja de la mujer. Del hombre, de 28 años y natural de Venezuela, confirmó que tiene un anotación en el Sistema Penal Oral Acusatorio como indiciado por el delito de receptación.
Lo que llama la atención de quienes están al frente de las investigaciones es que las dos mujeres asesinadas aquel jueves en la noche, en un lapso de apenas una hora, eran vecinas en el sector de Ricaurte.
Con esos dos hechos, ya son cuatro los homicidios en lo que va de julio en Cartagena, todos ellos en sicariatos. Los otros casos fueron en Almirante (Jaime José Castillo Barrios) y Huellas de Alberto Uribe (Ever Elias Passo Gómez).