Allí se comercializa la droga, celulares y hasta los espacios en las celdas. Así lo denunció Hernando Mantilla Medina, defensor de los Derechos Carcelarios en Santander, quien aseguró que es necesario que se investigue la situación que afrontan.
“Se supone que el control de los patios lo debe tener el Inpec, pero eso no es cierto. Hay control por parte de los internos. Son negocios de todo tipo”.
Es preocupante -dijo- el fácil acceso que los reclusos tienen a la droga.
“Hay mucho interno que llega a fumar marihuana, porque allá se consigue por montón.
“La pregunta es: ¿si en la cárcel no se permite la visita de familiares, quién está entrando la droga?… Blanco es, gallina lo pone. Es preocupante la corrupción”.
Insistió en que la cantidad de dinero que se mueve en un patio pude alcanzar los $50 millones al mes.
“Por eso es que se matan. Hace poco hicieron una requisa en uno de los patios y decomisaron varios celulares; hasta los guardas vieron la oportunidad de quitarlos en otros patios para revenderlos donde había escasez de aparatos”.
Rafael Támara querría mediar
La riña desatada el lunes hacia el mediodía, sería por el apoderamiento o control del patio 9 por parte de uno de los reclusos trasladado hace poco. Al parecer, era conflictivo.
Sin embargo, habría sido uno de los ‘duros’ o ‘caciques’ de otro pabellón. Por eso, quizá en el afán de recuperar el poder y en medio de la crisis matrimonial que afrontaba, armó la trifulca en la que dos combos se enfrentaron.
Medina aseguró que fueron 9 los heridos que dejó la riña y no tres como se había indicado.
Rafael Támara aunque haría parte de uno de los bandos, no era de los peleaba; pero al querer mediar fue herido de muerte.
Los familiares de Rafael Támara permanecían ayer en Bucaramanga gestionando todo para trasladar el cuerpo hacia Barrancabermeja, su tierra natal.