De acuerdo con la información presentada por la Fiscalía General de la Nación, se trata de Nancy Franco Vallejo, María Helena Franco de Santa y María Carolina Serpa Gómez, quienes eran las encargadas de contactar a nacionales y extranjeros en Bogotá, Bucaramanga, Cúcuta, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena y conseguirles la documentación falsa para tramitar las visas.
Las tres mujeres, que pertenecerían a familias de la alta sociedad santandereana, vendían asesorías para que nacionales y extranjeros intentaran engañar a la Embajada de Los Estados Unidos buscando conseguir la visa americana.
Las capturas de las mujeres se lograron al inicio del mes de diciembre en una acción conjunta entre el CTI, la Armada, el Ejército y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, en la que fueron capturados 24 presuntos integrantes de la organización criminal ‘La Agencia’ en San Andrés Islas, Cartagena, Santa Marta, Maicao, Bucaramanga, Coveñas y Necoclí.
Esta red de tráfico de migrantes es señalada gestionar la salida irregular de ciudadanos colombianos y extranjeros rumbo a Australia, Canadá y Estados Unidos. Entre los capturados hay cinco funcionarios de la Armada Nacional y uno de Migración Colombia.
El papel de las santandereanas
Una fuente de la Fiscalía le aseguró a Vanguardia que Nancy Franco Vallejo, María Helena Franco de Santa y María Carolina Serpa Gómez eran las encargadas de obtener documentos como certificaciones de estudio, historiales crediticios y títulos de propiedad de bienes inmuebles, con los cuales les creaban perfiles familiares y socioeconómicos falsos a nacionales y extranjeros que buscaban la expedición de visas.
“De esta manera, los aspirantes engañaban al personal de las embajadas y obtenían las autorizaciones para ingresar a los distintos países”, señaló la fuente.
Pero las investigaciones no solo fueron con el testimonio de los migrantes, un investigador de la Fiscalía contactó a las mujeres y con cámaras escondidas pudo evidenciar cómo ellas explicaban lo que tenían que hacer cuando estuvieran frente a los agentes consulares de la embajada. Los documentos que tenían que falsificar y las mentiras que debían repetir.
“Consiste en diligenciar solicitudes en línea e incluir en estas datos falsos, como salarios elevados, tiempo de empleo y todo aquello que haga parecer que los solicitantes tienen intenciones legítimas de utilizar la visa de turismo para viajar temporalmente a los Estados Unidos y regresar posteriormente a Colombia”, indicó la Fiscalía.
El agente encubierto, además, reportó que las mujeres aseguraban que entrenaban a los hijos de las personas que solicitaban la visa para que enfrente de los funcionarios de la embajada mostraran su alegría por conocer los Estados Unidos.
“Yo le entreno los niños, cómo deben hacer, que saluden, que sonrían, yo viendo un niño muerto de la alegría, cómo le digo que no”, se conoció en el informe.
Sin embargo, si les negaban las visas, ponían en contacto a los migrantes con los demás integrantes de la red que desde Colombia por vía terrestre, marítima o aérea los llevaban rumbo a Centroamérica, y entrar a Estados Unidos por los puntos no autorizados.
Las personas que salían por estas rutas eran esperadas en México y con la ayuda de un agente de migración de ese país, conocido con el alias de Mario, quedaban a disposición de los denominados ‘coyotes’ que los movían irregularmente y los ponían en territorio estadounidense.
Con estas pruebas, la Fiscalía adelantó allanamientos en Bucaramanga en las oficinas y en la casa de las tres señoras, que de manera posterior fueron capturadas y se encuentran vinculadas con ‘La Agencia’.