Las autoridades de Texas, en México, desplegaron unas grandes bollas color naranja para impedir el paso de migrantes hacia los Estados Unidos, en búsqueda del anhelado ‘sueño americano’.
Recientemente se conoció la historia de dos menores de edad de Girón, Santander, quienes se perdieron en este peligroso paso fronterizo, cuando intentaban cruzar junto a su madre de 23 años.
Texas extendió más de 300 kilómetros de bollas en Eagle Pass, que queda cerca a la ciudad mexicana de Piedras Negras, un paso obligado antes de llegar a tierra americana.
Esta medida se tomó luego de que la Cancillería de México reportara el hallazgo de dos cadáveres en la frontera, razón por la cual se impusieron las barreras pese a que los migrantes siguen utilizando este corredor.
Los latinos que utilizan este paso fronterizo tienen que nadar gran parte del río para poder cruzar hasta tierra americana, aunque las aguas impidan los cruces y en oportunidades arrastren a los migrantes.
Son cientos de personas los que diariamente intentan cruzar este peligroso río que en Estados Unidos denominan Río Grande por su gran intensidad.
Las víctimas de Santander
Hace cinco meses, con solo 130 mil pesos en sus bolsillos, pero buscando darles un mejor futuro a sus dos hijos: una niña de 4 años y un niño de 6 años de edad, Yiini Paola Galán Herazo de 23 años de edad partió desde la Ciudadela Nuevo Girón, en Girón, Santander.
Con un bolso cargado de sueños y con sus dos pequeños de las manos, se fue de Girón hacia El Darién para iniciar el recorrido por Centroamérica y llegar a la frontera con los Estados Unidos.
En el cruce del peligroso río, la mujer se hundió y perdió a sus dos hijos. Ahora pide ayuda a las autoridades de Estados Unidos, Colombia y México para poder recuperar a sus menores.