El homicidio de un joven de 18 años de edad ocurrió a la una de la tarde del domingo 15 de octubre en el asentamiento humano La Bendición de Dios, que pertenece al municipio de Girón, pero limita con el Norte de Bucaramanga.
Aunque no contaba con documentos, según conocidos la víctima respondía al nombre de José Fabián Guevara Lozada.
De acuerdo con la información de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, la víctima se encontraba consumiendo bebidas embriagantes con varias personas en el asentamiento La Bendición de Dios.
Mientras compartía con un grupo de amigos, al lugar llegaron hombres encapuchados buscando al joven de 18 años de edad. Una vez lo localizaron, sacaron sus armas de fuego y sin mediar palabras le dispararon en reiteradas ocasiones.
No obstante, alcanzó a correr, pero se desvaneció en el lote 37 del asentamiento La Bendición de Dios. José Fabián Guevara Lozada solo tenía puesta una sudadera, estaba sin camisa y descalzo.
“Según lo manifestado por las personas del sector, la víctima venía corriendo pidiendo ayuda porque lo habían herido con arma de fuego. Cayó desplomado frente a una vivienda ubicada en el lote 37. Tratan de evacuarlo a un centro médico, pero por la gravedad de la herida fallece en el sitio”, señaló el informe policial.
El joven de 18 años de edad recibió un disparo en el pecho, en la región mamaria izquierda, que le produjo la muerte.
Sacaron el cuerpo en la tarabita
La Unidad de Criminalística de la Sijin llegó hasta el asentamiento La Bendición de Dios para practicar la inspección al cadáver y la recolección de evidencias y pruebas que permitan dar con los sicarios de este homicidio que ocurrió en la zona Norte de Bucaramanga, en límites con el sector rural de Girón.
Un hecho llamó la atención de la comunidad y fue que, para salir y entrar, los investigadores utilizaron la tarabita instalada desde el pasado mes de septiembre, tras la demolición del ‘Puente Nariño’.
Se calcula que más de 5.000 personas resultaron perjudicadas con la demolición de dicha estructura, cuya intervención fue ordenada por la justicia, debido al avanzado deterioro que registraban sus componentes.
Justo en ese punto en donde existía el ‘Puente Nariño’, la comunidad diseñó, construyó e instaló una especie de teleférico, a través del cual se conectó nuevamente a los sectores de Puente Nariño y La Bendición de Dios, donde ocurrió el homicidio.
Se trata de una solución temporal implementada por iniciativa de la propia comunidad. En dicho punto del área metropolitana, según lo advertido por la comunidad, se debe levantar un puente que permita el paso de vehículos y mercancías entre Bucaramanga y Girón.