Con el amanecer llegó el horror, el cadáver de un hombre yacía en la carretera que comunica a Cantagallo con San Pablo, en el Magdalena Medio. Estaba bocarriba, tendido sobre su propia sangre.
No tenía documentos, en el bolsillo sólo le hallaron un tiquete de viaje en el bote 256, de Barranca hacia San Pablo, con el nombre de Camilo Erans, por un valor de $ 33.000. Habitante de la zona que se dirigía hacia una finca fueron los primeros en toparse con la macabra escena y de inmediato dieron aviso a las autoridades.
Al llegar, los uniformados corroboraron que el asesinato fue a bala, con una pistola 9 milímetros. Tras el levantamiento del cadáver, fue trasladado al cementerio Central de San Pablo, sur de Bolívar, como cuerpo no identificado.
La víctima vestía camiseta azul con rayas blancas y dos rayas rojas en los hombros y jeans azul. Como señales particulares, tiene un tatuaje en el brazo izquierdo en forma de manga que cubre brazo y antebrazo; en la parte exterior tiene la figura de rosas y el nombre de Jhon, en la parte interior el nombre de Elizabeth y la figura de un lobo.
Por ahora se está a la espera de que se identificado y que sus familiares lleguen a reclamarlo para darle sepultura.