De acuerdo con el testimonio del padre del menor de 16 años de edad, el caso se presentó en la tarde del martes 8 de agosto a las 2:30 de la tarde cuando el joven salía de su colegio ubicado en el barrio San Rafael al Norte de Bucaramanga.
El menor tomó la ruta de bus Ciudad Norte y se dirigía a su vivienda ubicada en el barrio Café Madrid, donde lo esperaban sus familiares.
Pero el conductor no lo dejó en la parada cerca de su casa sino algunas cuadras antes.
“Mi hijo era el único pasajero y por no ir hasta la estación lo dejó en otra parada, en el sector conocido como la iglesia del Café Madrid, en la parte alta, ahí lo robaron”, indicó el papá de la joven víctima.
Una vez se bajó de la ruta de bus urbano y empezó a caminar hacia su hogar, dos hombres en moto lo interceptaron y lo amenazaron con un cuchillo, pero, además, uno de los delincuentes sacó un polvo y se lo esparció por el rostro, al parecer era escopolamina.
Al joven le robaron un celular de marca Samsung avaluado en un millón doscientos mil pesos y cien mil pesos en efectivo, dinero que tenía en su billetera producto de su trabajo.
“El vende tamales los fines de semana, es un pelado que estudia, ya va en décimo grado y también trabaja. Con lo que ha ahorrado había comprado el celular y tenía su dinero. Estos delincuentes casi me lo matan”, indicó el progenitor.
Desorientado y tirado en un andén, vecinos del lugar lo auxiliaron y lo llevaron de manera inicial al Hospital Local del Norte. En redes sociales se difundió la foto del adolescente para que su familia lo identificara.
Su papá llegó al centro médico donde le confirmaron que le habían suministrado una sustancia narcótica. Su salud se deterioró en la tarde del martes y fue remitido de urgencias al Hospital Universitario de Santander, allí ingresó en una Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.
“Convulsionó y su estado de salud se agravó. Tuvieron que llevarlo de urgencias al Universitario y allí lo estabilizaron, ya hoy (miércoles) está bien, pasó el peligro. Ya está en una habitación. Tuvo ritmo cardíaco bajo, fiebre, deshidratación. La verdad creemos que contó con suerte”, agregó el padre.
Su ser querido ha solicitado a las autoridades dar con los responsables de este hecho e investigar la utilización de sustancias alucinógenas para este tipo de robos.
“Espero que mi hijo pronto salga del hospital y no quiero que esto le pase a otros niños. Temí por mi hijo y la verdad somos una familia muy humilde es la primera vez que nos pasa algo así. Ojalá las autoridades tomen cartas en el asunto”, pidió el hombre.
Efectos de la escopolamina
Según los expertos en medicina, la escopolamina es conocida como la droga de la sumisión. Si a alguien se le administra puede quedar en estado de indefensión y esto es aprovechado para cometer delitos como hurto, abusos y violaciones.
Es frecuente que esta sustancia se mezcle con benzodiacepina, un medicamento que se usa en medicina para relajar, producir sueño, aliviar el dolor por espasmos musculares o para calmar una crisis de ansiedad. Esto lo hacen para que la víctima ceda más fácil en las órdenes y quede a voluntad del otro.
La forma en la que el victimario suministra la sustancia puede ser vía oral, inhalada o inyectada. Existe otra forma que es por el contacto de la sustancia con la piel, sin embargo, para esto se requerirían dosis muy altas.
Los síntomas iniciales son mareos, visión borrosa, pupilas dilatadas, agitación psicomotriz o sensación de desorientación y solo sale del cuerpo 48 a 72 horas después.
La escopolamina puede despertar ciertos trastornos y enfermedades si la víctima tiene una predisposición. Por ejemplo, el paciente puede desarrollar un cuadro psicótico o a largo plazo trastornos de ansiedad, depresión o incluso esquizofrenia. También pueden quedar con problemas de memoria, cardiovasculares, tener alteraciones metabólicas y renales. Sin embargo, depende de la salud del paciente, la cantidad de la sustancia que le han suministrado y otros factores.
La recomendación si se encuentra a una persona en estado de indefensión, es asegurarlo en un sitio tranquilo y estar alerta de sus síntomas. Si presenta conductas de desorientación o alteración, se debe llevar a la sala de urgencias del hospital más cercano, para que la persona reciba un tratamiento adecuado. El procedimiento más común es el lavado gástrico cuando la sustancia es suministrada por vía oral y el tratamiento con otros fármacos para evitar complicaciones.