Desde la mañana de este sábado, 5 de agosto, se adelantó en la Casa fúnebre Paulo VI, en el Centro de Bucaramanga, la despedida de los cuatro integrantes de la familia Rodríguez Sáchica que perdieron la vida en un accidente de tránsito en la vía que de Rionegro conduce a El Playón, en Santander.
Jhon Jairo Rodríguez Sáchica, de 23 años; su hermana Carolina Rodríguez Sáchica, de 19 y quien tenía siete meses de embarazo; su hija, de 2 años; y Aurora Sáchica, de 50 años, la madre de ambos jóvenes, fueron las víctimas fatales que dejó este siniestro vial.
En medio de una sentida y especial ceremonia religiosa, la familia fue sepultada en el Cementerio Central de Bucaramanga, en la tarde de este sábado, 5 de agosto.
“Esto es algo muy doloroso e inesperado para todos. Era una familia campesina que se desplazaba de la finca en donde ellos vivían, en la vereda Pradera de Rionegro, hasta el sector de La Ceiba. Allí habían sido contratados para trabajar. Llevaban el mercado y las herramientas para estar por unos días allá”, manifestó a Q’hubo William Duarte, allegado a los fallecidos.
Las cuatro víctimas fatales se movilizaban en un vehículo campero Nissan Patrol, de color azul claro y de placas ISE-145, que era conducido por el joven de 23 años.
En un motocicleta se movilizan otros dos integrantes de la familia Rodríguez Sáchica: Jairo Rodríguez, el esposo de Aura y jefe del hogar; junto con Diego Rodríguez, otro de sus hijos.
“Iban todos completos, dos de ellos en moto. El papá se detuvo a comprar unas cosas y se le habían olvidado unas herramientas, entonces se devolvió por ellas. En ese tiempo, el campero les tomó unos minutos de ventaja y ya cuando se encontraron vieron la trágica escena del accidente”, expresó el ser querido.
En el kilómetro 25+100 metros del corredor vial Bucaramanga – San Alberto, en el descenso de la vereda Portachuelo de Rionegro, sobre las 7:30 a.m. del pasado jueves, el campero, de acuerdo con las autoridades y en hechos que son investigados, sufrió una falla mecánica y se quedó sin frenos. Jhon Jairo no pudo detener la marcha del vehículo y terminaron colisionando contra la parte trasera de un camión, de matrícula TIZ-563.
“Padre e hijo intentaron auxiliar a sus familiares, se bajaron desesperados, pero ya no había nada qué hacer porque ninguno estaba con vida (…) Según lo que dicen, hubo fallas mecánicas”, agregó el familiar.
Los allegados, en medio de su dolor, enviaron un mensaje a los santandereanos para que antes de cualquier viaje revisen sus vehículos y así se pueda evitar una tragedia de esta magnitud.
“Hago un llamado a las familias para que revisen sus vehículos. Uno generalmente confía, pero siempre hay que estar pendientes, así como también tener el Soat al día”, concluyó William Duarte.
