Este hombre de 39 años fue una de las cuatro víctimas que dejó un violento atentado sicarial en el barrio Colinas del Sur, comuna Tres, en los alrededores del Megacolegio de Barrancabermeja, que tuvo lugar en la noche del pasado martes, 25 de julio.
Torres Gómez estaba en este lugar, habitualmente frecuentado por consumidores de estupefacientes y habitantes de vivienda no formal. Allí también se encontraban Harold Campo Albao, de 19 años; Brayan José Martínez Alvarado, de 21 años; y Jaime Alberto Rivas Roldan, de 36 años.
En medio de la oscuridad, dos sujetos en motocicleta aparecieron y empezaron a disparar sin piedad en contra de la humanidad de los presentes.
“Llegaron dos en una moto, uno se acercó y le pidió un ‘pipazo’ a un pela’o y de una le dispararon a quemarropa, en la cabeza. Luego siguieron disparando y se fueron”, contó un testigo el día de los hechos.
Tras la balacera, Harold Campo perdió la vida de inmediato en el lugar en mención.
Él había sido estudiante del Megacolegio y, según cuentan allegados a la familia, justo ese día, en la mañana, su progenitora le había propuesto llevarlo a un centro de rehabilitación para consumidores.
Marcelino Torres, quien también recibió un tiro en la cabeza, y los otros dos hombres resultaron heridos.
La Policía los trasladó en patrullas al Hospital Regional del Magdalena Medio, HRMM.“Uno de ellos (Marcelino) ingresó con herida en la región frontal derecha, atravesó toda la región craneal, en malas condiciones, con alteración neurológica, se le realizó intubación y estabilización y fue trasladado a un centro de mayor nivel”, informó el doctor Samuel Belluci, médico del HRMM.
Desde entonces, el habitante de calle fue llevado al HUS, en Bucaramanga, en donde libró una batalla entre la vida y la muerte que finalmente terminó perdiendo.
El Cuerpo Técnico de la Fiscalía adelantó la inspección técnica al cadáver, el cual permanece en la morgue de Medicina Legal en la capital santandereana a la espera de los seres queridos.
La Policía del Magdalena Medio adelanta las acciones investigativas para identificar, esclarecer y capturar a los responsables de este atentado que ya cobró dos vidas.
Un hecho anunciado
Habitantes de los alrededores del Megacolegio expresaron que lo ocurrido en la noche del pasado miércoles, se veía venir. Habían sido varias las denuncias realizadas previamente por el funcionamiento de varias ‘ollas’ en donde, de día y de noche, se ve la presencia de expendedores, consumidores y un sinnúmero de habitantes de calle.
“La situación se agravó. Llegaron muchísimos habitantes de calle más y los rumores son que entre ellos hay ‘caciques’ infiltrados, incluso han metido letreros de las AUC en esa zona, llegan motos, hablan rápidamente con la gente que está ahí y se van y nadie llama a la Policía por miedo. Es la ley del silencio”, denunciaron.