“Amor eterno e inolvidable, tarde o temprano estaré contigo para seguir amándote”… Sentidas canciones acompañaron el llanto de decenas de personas que ayer, pasadas las 6:00 de la tarde, llegaron hasta el cementerio Tierra Santa para despedir a Daniel Felipe Ibáñez Martínez, el joven de 21 años que falleció el pasado miércoles en un accidente, durante un operativo de tránsito en el sector de El Diamante II;y cuya muerte desató horas de caos en la ciudad.
A las 4:00 de la tarde se realizó la eucaristía en la Parroquia San Juan Nepomuceno, en Floridablanca, que se extendió hasta las 5:00 p. m. A esa hora, una caravana con más de 500 motociclistas partió con el cortejo encabezado por el coche fúnebre que llevaba el cuerpo del joven motociclista hacia el cementerio.
Durante este homenaje de adiós, tanto familiares como allegados dieron a conocer su sentir, pidiendo justicia y esclarecimiento de este hecho.
Según representantes legales de la familia de Daniel en el proceso, se avanza en la investigación para tener una tesis certera de lo ocurrido.
“Hasta el momento los videos hacen parte de la reserva sumarial con la que cuenta la Fiscalía, hay unos registros de cámaras públicas, pero eso tiene una cadena de custodia que hace parte de la reserva legal, estamos a la espera para plantear si se trató de un homicidio culposo o doloso”.
Por su parte, Jackeline Martínez, tía de Daniel, hizo un llamado a la calma.
“Muy agradecidos con la solidaridad de todos, sabemos que muchas personas han sufrido este mismo golpe y esta tristeza, esperamos que esto no vuelva a suceder y las autoridades esclarezcan estos hechos. Gracias a los medios de comunicación que lo hacen limpiamente, sin amarillismo y a todas esas personas que han estado con nosotros, con una llamada, con un mensaje, gracias a todos”.
Y añadió que “dejamos todo esto en manos de las autoridades que es lo más importante. El llamado de la familia es a la tranquilidad porque queremos guardar la memoria de Daniel con respeto. Él era un niño de los que ya no hay, juicioso, emprendedor, estudioso, trabajador, respetuoso, de amigos, de deporte, de apoyo. Primeramente la mano de Dios, ante él no hay nada oculto”.
Por su parte, un tío expresó que “gracias a Dios la despedida transcurrió con calma porque hay quienes querían meter vándalos para hacer cosas que no se debían hacer, nosotros somos la familia y no tenemos ningún dolor ajeno ni con la persona que hizo eso. Él se fue a descansar porque Dios lo llamó. Sólo pedimos que haya ley terrenal”.
Daniel Felipe era natural de Floridablanca y en la actualidad se encontraba trabajando en una joyería del sector de Los Pinos, al oriente de la meseta de Bucaramanga. Justamente, hacia ese lugar se dirigía cuando ocurrió la tragedia.
Desde ayer, los familiares y amigos le dijeron adiós. Globos, voladores y fotos gigantes acompañaron la sentida despedida antes de que el cuerpo fuera sepultado en el panteón siete, en medio del desconsuelo.
“Que Dios traiga consuelo y paz a los corazones que ahora sufren por la ausencia de Daniel. En Dios encontrarán esa paz, busquen en él esa paz de la que ahora goza Daniel Felipe…”, fueron la palabras del sacerdote que estuvieron seguidas por el grito que al unísono hicieron los presentes: “¿Quién vive?, Daniel, él vivirá para siempre”… Así terminaba el adiós para darle paso al duelo.
