Ocurrió en la noche del pasado viernes 30 de junio, en la icónica cancha de fútbol del barrio Santander, en el occidente de Bucaramanga, cuando Raúl disfrutaba de un ‘picadito’ con un grupo de amigos.
En plena actividad deportiva, de acuerdo a lo señalado por testigos, el hombre de 55 años se desplomó, quedando inconsciente, justo en la mitad de una de las áreas.
Tras esto, todos los jugadores corrieron a auxiliar a don Neira. Se quitaron las camisetas y empezaron a echarle aire, pero la situación era más crítica.
Entre varios, lo alzaron, y lo subieron a un vehículo para llevarlo de urgencia a un centro médico. Desafortunadamente, en medio del trayecto, los acompañantes se percataron que Raúl ya no tenía signos vitales. Fue entonces cuando decidieron dirigirse hasta las instalaciones de Medicina Legal.
Al lugar llegó la Policía y posteriormente el Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, para adelantar la diligencia de levantamiento del cadáver.
Todo parece indicar que don Neira, propietario del establecimiento Bomperes y Lujos Neira ubicado en Chimitá, murió producto de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo fue ingresado a Medicina Legal dado que ningún médico certificó las causas de la defunción.
El hoy fallecido era un amante empedernido del deporte, un incansable trabajador y hombre de hogar.
“Él desde su empresa siempre apoyó el deporte, murió haciendo lo que más le gustaba. Descanse en paz, amigo. Mucha fortaleza a todos sus familiares”, expresó ayer un allegado al comerciante.
