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Jhonson Arenas no se salvó de la perdición de las drogas, lo mataron en Floridablanca

Jhonson Sebastián Arenas Torres llevaba la mitad de su joven existencia sumido en la drogadicción. Lo que empezó como una “pruebita” siendo niño, con el paso del tiempo lo arrastró hasta ese ‘infierno’ del cual ya no salió. Sus ansias desenfrenadas lo llevaron a las calles donde fue víctima de un sádico ataque.

Sus ansias desenfrenadas lo llevaron a las calles. Muchos intentaron ayudarlo, rescatarlo de aquel laberinto de perdición, pero poco a poco se perdieron las esperanzas de que cambiara el rumbo.

Quien nunca se rindió fue Isabel Torres Filo, su mamá. Hasta el último momento hizo todo por sacarlo de esa pernicia infame.

El año pasado lo convenció de asistir a la fundación “Nunca Más Solos” para que lo ayudaran con su problema.

En cada recaída siempre estaba para él, pero hace un año tuvo que partir a España. Quería aprovechar una oportunidad de trabajo para seguir ayudándolo en su recuperación.

Jhonson no resistió la soledad. Se dejó tentar y volvió al consumo. Esta vez, tocó fondo.

Deambulaba por las calles, ‘lleva’o’. No se sabe en qué líos se metió, para que la noche del miércoles cuando caminaba por la carretera antigua a La Cumbre, en Floridablanca, fuera víctima de un sádico ataque.

Cinco puñaladas recibió Jhonson en la cabeza, el pecho, el abdomen y la espalda.

Una pareja a bordo de una motocicleta se percató que yacía agonizante sobre el andén. Pero nunca vieron al o los autores. Su reacción inmediata fue llevarlo al centro hospitalario más cercano.

Llegaron con Jhonson a la Clínica Guane, pero las heridas requerían una atención de mayor nivel por lo que fue remitido al Hospital Universitario de Santander, HUS, en Bucaramanga… esfuerzo perdido. Las profundas cortadas no le dieron la oportunidad.

Varios órganos se vieron comprometidos por las cuchilladas, murió cuando recibía la atención.

“Su único error fue caer las drogas”

Allegados y conocidos de Jhonson lamentan su trágico final. Siempre lo veían por el mercado de Bucarica, en la cancha de tierra o en el polideportivo.

“Nunca lo vi ser grosero o mala persona, su único pecado fue caer en las drogas. Yo sé lo que es tener un familiar drogadicto, mi hermano también es así; era amigo de Jhonson.

“A veces venía a mi casa y me decía que mi hermano estaba bien, que no nos preocupáramos”, contó una amiga.

La dolorosa noticia desgarró a Isabel, no podrá estar en persona para darle sepultura a su hijo.

“Mimio” se me adelantó. Lo que debió ser es que yo me fuera primero; que con mi muerte cambiara, pero no fue así. Gracias a quienes le tendieron la mano y no le negaron un plato de comida. Él sabe que siempre lo quise”, expresó la progenitora.

Se quedará con la bondad que vio en su hijo y que luchó por enderezarle el camino. Pero no pudo hacer más. Sus esfuerzos llegaron hasta donde le fue posible, porque la suerte de Jhonson se acabó a sus 25 años.

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