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Niña de 5 años se quemó con un pegante instantáneo en un restaurante de Bucaramanga

A la espera de una intervención quirúrgica de injerto de piel, está una niña de escasos 5 años, quien resultó con serias quemaduras en los glúteos tras haberse sentado sobre un tarro de pegante instantáneo mientras jugaba.

Este insólito hecho se dio el pasado jueves 8 de junio al interior de un reconocido restaurante de Bucaramanga, más precisamente en el área de los juegos infantiles.

“Mi mejor amigo y su esposa recogen todos los jueves a mi hija, pues la hija de ellos también estudia en el mismo jardín. Ese día, entre 6 y 7 de la noche, la invitaron a comer y nosotros no le vimos nada de malo. Estando allá, ambas niñas pidieron permiso para ir a jugar ahí al lado de la zona infantil. Fueron, como cualquier niño lo haría, lejos de imaginarse una cosa de esas”, relató a Q’hubo el padre de la menor afectada.

Cuando ambas infantes compartían en esta zona llena de juguetes, juegos didácticos y hasta instrumentos musicales, un grito de la pequeña de 5 años alertó a los comensales que departían en el establecimiento.

“La niña se sentó en una silla y empezó a gritar desesperada, sintió el quemonazo. Mi amigo pensó que le había picado un animal o algo. Del desespero, ella se quitó el pantalón, y como eso la dejó pegada arrasó con la piel”, agregó el padre de familia.

Sin compás de espera, los adultos que acompañaban a la menor la alzaron y se la llevaron enseguida al área de urgencias de la Clínica Chicamocha, dando aviso a los papás sobre lo sucedido.

Ya estando en el centro médico se supo que la quemadura se debió a un pegamento instantáneo con el que la afectada había hecho contacto al sentarse.

Cuentan los allegados a la víctima que la lesión levantó la primera y segunda capa de la piel (epidermis y dermis). Por la gravedad de la situación fue remitida a la Unidad de Quemados del Hospital Universidad de Santander, HUS.

“Estamos a la espera, pidiéndole a Dios para que no sea necesaria la cirugía de injerto de piel, que no le queden secuelas. El doctor nos explica que la lesión es profunda y por eso se requeriría”, contó el familiar.

Desde que ocurrió este hecho, la menor pasa sus días acostada boca abajo en una cama y para ingerir alimentos le toca arrodillada.

El padre hace el llamado para que los propietarios del establecimiento se pronuncien y entreguen respuestas de porqué un pegamento terminó en una zona infantil.

“Los del restaurante no nos han dicho nada, no se han comunicado con nosotros para nada, ni para saber cómo está la niña. Ellos no ven el dolor por el que estamos pasando y dicen que no saben cómo apareció eso ahí. Se imaginan en donde un niño se hubiera echado ese pegante en el ojo”, concluyó el padre de familia.

Se pronunció el restaurante

El restaurante, en cuestión, se pronunció frente a este hecho lamentando lo sucedido con la menor de edad. Además, refiriéndose a que había sido una situación fuera de su alcance, pues el local comercial desconocía la presencia del pegamento.

«Queremos expresar nuestra profunda preocupación por lo sucedido y reiterar nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de todos nuestros clientes, especialmente de los niños/as que visitan nuestras instalaciones. Es por ellos, que ubicamos en nuestro local una zona para su esparcimiento, la cual esta adecuada para el disfrute de actividades lúdicas y cuenta con medidas de seguridad que garantizan que no se presenten accidentes en los que se vean afectados los menores», señaló el establecimiento comercial.

Por otro lado, el restaurante señaló que se realizó una inspección en esta zona de juego para evaluar las circunstancias.

«Es de aclarar que, aunque realizamos inspecciones a la zona de juego, es importante que los adultos supervisen en todo momento el uso de los juegos pues por circunstancias ajenas a nosotros pueden generarse incidentes fuera de nuestro control», aclaró el establecimiento.

No sabían del pegamento

Refiriéndose al accidente que sufrió la menor, la empresa señaló que desconocía los medios por los que este pegamento llegó a la silla.

«Desconocemos cómo apareció dicho pegamento en esa zona, ya que no es de propiedad ni uso del restaurante, ni fue llevado al lugar por ninguno de nuestros trabajadores. Además, que previo a que la menor hiciera uso de los juegos se había realizado la limpieza y adecuación de nuestra zona de juegos, sin que estuviera el tubo de pegamento referido», agregó el restaurante.

Por otro lado, desde la compañía afirmaron que ya se contactaron con la familia para prestarles apoyo en esta situación tan penosa.

«Nos hemos puesto en contacto con la familia para ofrecer nuestro apoyo en lo que nos sea posible. Queremos determinar las causas y la forma en la que pudo haber ocurrido el suceso, dado que, como ya indicamos el pegamento no es de nuestra propiedad ni se encontraba allí. Por lo que, es prioridad aclarar lo ocurrido y poder comunicar con veracidad los hechos a nuestros clientes», puntualizó la empresa.


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