Las calamidades persiguieron este fin de semana a Rosa Helena Florián Gil, una mujer de 34 años de edad que residía en la vereda Cristalina de Puerto Wilches. El pasado sábado los delincuentes ingresaron a robarle sus pertenencias y el domingo, por hechos materia de investigación, su humilde hogar construido en madera fue consumido por las llamas.
Ella vive con su esposo con quien trabaja en una finca de cultivo de palma en esa región del Magdalena Medio. Tienen dos hijos, un pequeño de 12 años y una joven de 16 que se encuentra embarazada y su proceso de gestación ha sido calificado por los especialistas como de alto riesgo por su edad.
Precisamente el sábado viajó a Bucaramanga para acompañar a su hija que está bajo observación médica. Mientras estaba en la ciudad los vecinos la llamaron para decirle que dos sujetos ingresaron a su casa y a la fuerza rompieron el candado, que era la única medida de seguridad en la puerta.
“Mi casa es de madera, pero tenemos la sala, la pieza y la cocina. Los vecinos nos dijeron que dos tipos, que manifestaron ser primos de mi esposo, ingresaron a la vivienda. Pero en realidad eran delincuentes que se llevaron una motocicleta, un dinero en efectivo con el que pretendíamos construir la casa en material, unos zapatos y lociones”, relató la mujer.
Al interior de la vivienda también tenían un televisor, una nevera, pero quizá por sus tamaños los delincuentes los dejaron en su lugar.
La segunda desgracia llegó 24 horas después. El día domingo su esposo salió en horas de la noche hacia el casco urbano de Puerto Wilches a llevar a un familiar que lo estaba acompañando mientras Rosa Helena estaba con sus dos hijos en Bucaramanga.
“Pese al robo no me quise devolver, por acompañar a mi hija. Pero mientras mi esposo salió, otra vez los vecinos me llamaron, como a las 8 de la noche, y me dijeron que mi casa estaba en llamas, que a mi casa la habían quemado”.
Por motivos que son materia de investigación, el humilde hogar construido con madera quedó en cenizas, perdiendo sus camas, ropa y los electrodomésticos.
“No sabemos si alguien nos tiene envidia. Nosotros nos pasamos hace poco a vivir a la Cristalina y de pronto porque nos vieron organizados, que ambos trabajamos, a alguien no le gustó que progresáramos. No tenemos amenazas, pero no hay otra explicación, yo solo espero que la Policía investigue. Salimos de la zona hasta que no se aclare todo”, indicó Rosa Helena.
La familia lo perdió todo. Hoy está acudiendo a la caridad para reponer lo que el fuego consumió.
“Es muy difícil tener algo y quedar en la calle. Los esfuerzos con mi esposo de varios años. Mis hijos y yo quedamos con la ropa que me llevé para el viaje y mi marido sin nada, solo lo que tenía puesto. Nos duele que haya manos criminales porque con nadie nos metíamos. Llegábamos del trabajo a dormir y ni tiempo nos quedaba de socializar”, puntualizo la mujer.
La Policía manifestó que se han iniciado las investigaciones para esclarecer lo sucedido y descartar si hay manos criminales en este incendio en Puerto Wilches.