Con la esperanza de salvarse después de que su vehículo presentara, al parecer, alguna falla, Julián Andrés Angarita Peña, de 41 años, se lanzó de la cabina, pero con la mala fortuna que las llantas traseras de su tráiler lo aplastaron.
Quedó agonizante sobre la carretera, fue llevado al Hospital Local del Norte, pero por la gravedad de las heridas llegó al centro médico sin signos vitales.
Julián era de Bucaramanga, vivía en el barrio Balcones de Provenza, estaba en unión libre y era padre de tres hijos. Manejaba una tractomula, de placas XVK-579, con una carga de carbón que había salido de Cúcuta con destino a la ciudad de Santa Marta.
Según uno de sus familiares, en el recorrido en el sector del Parque del Agua se había reunido con sus papás y habían disfrutado de una comida en horas de la noche. Después de ese encuentro siguió la ruta vía a la costa y entre su itinerario estaba dormir en la madrugada del martes en El Playón.
Tomó la variante entre el Kennedy y el Café Madrid para dirigirse vía a la costa. Pero cuando llegó al sector conocido como la curva de los tanques de Bavaria, el automotor habría presentado una falla. Julián se lanzó para salvar su vida, con el fatal desenlace.
“Venía pitando y advirtiendo de la falla. Vimos cómo el muchacho se tiró intentando salvarse. Las llantas traseras lo aplastaron. Cuando llegamos a auxiliarlo lo encontramos tirado sobre la carretera, aún hablaba y pedía ayuda. Era una lamentable escena”, indicó un testigo.
Mientras agonizaba en la vía, el tractocamión siguió su recorrido y derribó dos reconocidos negocios ubicados en la entrada al sector 10 de Betania, frente a los parqueaderos de Bavaria.
Un restaurante y un negocio de bolo criollo fueron destruidos por el pesado automotor que terminó su recorrido sobre una cañada. No se reportaron más personas heridas.
“Eran dos negocios construidos con material y los arrasó. Escuchamos el fuerte impacto. Por fortuna ya eran como las 11:00 de la noche del lunes y no habían clientes, aunque sí estaba la propietaria y el hijo, pero no les pasó nada”, señaló un residente.
Paramédicos de una ambulancia fueron los encargados de llevarlo hasta el Hospital Local del Norte. El levantamiento del cadáver estuvo a cargo de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga.
Destruyó dos negocios
Uno de los negocios que resultó afectado por el accidente fue el de Sonia Luz Flórez. Una mujer de 49 años quien junto a su hijo y otras personas atendían un bolo criollo conocido como ‘Caseta La Negra’.
Según el relato de la mujer, su hijo se salvó de ser arrollado por el tractocamión ya que a la hora del accidente sacaba la motocicleta para irse para la casa.
“Eran pasada las 11:00 de la noche y mi hijo prendió la moto y alcanzó a salir antes que ese aparato destruyera mi negocio. Por fortuna para nosotros, salimos con vida, lamentamos la muerte del conductor y las condolencias para su familia. Tenemos un negocio donde alquilamos canchas de tejo y minitejo”, manifestó Sonia.
El otro negocio que quedó destruido fue un restaurante. Las pérdidas son millonarias y los dueños de los establecimientos están a la espera que la aseguradora del vehículo de carga responda por los daños.
