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La trágica historia de la muerte de un padre y su hijo en Santander

José Rafael Acero Mora y su padre, José Rafael Acero Ortega vivían en la vereda El Pino del corregimiento de Betania, El Playón, en donde se dedicaban a las labores del campo.

Se trata de José Rafael Acero Mora y su padre, José Rafael Acero Ortega, cuyos cuerpos quedaron debajo de las llantas de un vehículo pesado. Ocurrió sobre las 10:30 de la mañana de ayer.

El escenario de la tragedia fue exactamente el kilómetro 53+700 metros del corredor vial denominado Bucaramanga – San Alberto, a la altura de la vereda Nuevo Sol del municipio playonero.

Allí, Acero Mora conducía una motocicleta. Su padre iba como parrillero.

En hechos que son investigados, fueron embestidos por un camión, el cual traía a la capital santandereana una carga de pollos.

“El conductor de la moto salió y se metió a la vía nacional, no alcanzó a pasar y lo cogió el vehículo de carga que venía atrás. No supimos qué hacer ante esta grave tragedia”, relató un testigo del siniestro vial.

La colisión enseguida le quitó la vida al hijo tras sufrir trauma encefálico severo.

El parrillero quedó tendido bocabajo, atrapado en las llantas traseras del vehículo de carga, y padeció durante varios minutos hasta morir.

“Ayúdenme, por favor…Ay, ay. Ayúdeme, señor. Estoy muy mal”, eran las palabras que decía Acero Ortega minutos antes de fallecer.

Testigos se vieron impotentes al no poder hacer nada para salvarle la vida a esta persona, quien pedía insistentemente ayuda.

“Corramos el camión para atrás para sacar el señor de ahí, entre todos podemos empujar”, eran los comentarios de los testigos al ver la dramática escena.

Cuando llegaron los paramédicos a auxiliar a José Rafael, él ya no tenía signos vitales. Las lesiones que sufrió en las piernas y cadera fueron letales.

Ya solo quedó esperar la presencia de los agentes de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de Santander para el levantamiento de los cuerpos, así como el respectivo croquis del accidente.

Q’hubo conoció que se adelantarán las acciones investigativas para establecer con exactitud lo sucedido en este siniestro vial.

Padre e hijo vivían en la vereda El Pino del corregimiento de Betania, El Playón, en donde se dedicaban a las labores del campo.

“No hay palabras para esto, que tragedia más horrible. Tío y primo, descansen en paz y que Dios los tenga en su santa gloria”, expresó ayer una familiar de las víctimas.

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