En la noche del miércoles, Jorge Enrique Vera Jaimes, de 56 años, un comerciante de Centroabastos, quien nació en el municipio de Guaca y se dedicaba al cultivo y venta de cebolla, salió hacia la ciudad de Barranquilla con un cargamento de líchigo.
Viajaba en un camión NPR, color blanco, con placas TAY-142. Era el vehículo que utilizaba para llevar sus productos a la Costa Atlántica.
El recorrido era normal hasta pasar el municipio de Pelaya, Cesar.
En el kilómetro 19 entre esa población y Pailitas, por motivos que son materia de investigación, su camión se apagó, también se apagó su vida.
Fueron otros conductores que al ver el automotor estacionado decidieron parar a mirar lo que había pasado. Su cuerpo estaba sin vida con dos impactos de bala.
“Creemos que fue por robarle sus pertenencias porque la carga está intacta. Quedó en su puesto de conductor; paramédicos de una ambulancia confirmaron su deceso”, señaló un testigo.
Al lugar llegaron agentes de la Sijin de la Policía del Cesar quienes se encargaron de la inspección del cadáver y la recolección de pruebas.
Se confirmó que recibió dos heridas en el tórax y en el rostro.
No obstante, las autoridades no confirmaron que se trate de un robo ya que la carga no fue hurtada.
“Se desconoce la verdadera hipótesis de los hechos, toda vez que la zona es deshabitada y no hay testigo presencial, así mismo manifestaron las unidades que la carga no fue hurtada”, reportó la Policía del Cesar.
De Jorge Enrique, un allegado aseguró que era casado, con hijos y era conocido entre los comerciantes como ‘Jorge 40’.
“Era de Guaca y compraba y vendía cebolla que cultivaba en el páramo de Berlín”.
En este corregimiento de Santander también se escucharon las voces de protesta por su muerte.
“Da rabia saber que están matando a la gente sin necesidad y todo por quitarle lo poco que llevan. Mucha fortaleza a toda su familia en especial a su esposa, hijos y demás familiares, siempre en nuestros corazones”.