Jhonatan Riátiga Rueda, secretario de Gobierno del municipio de Landázuri (Santander), aseguró que la explosión en una mina ilegal ubicada en el corregimiento Kilómetro 15, en la zona que limita con el municipio de Cimitarra, dejó a un joven de 23 años fallecido. Se trata de Jorge Gómez Zabala, quien al momento de la explosión trabajaba al interior de la mina de carbón.
“Nos reportan de este accidente en una mina que es ilegal; la primera hipótesis que se maneja es que al parecer se llena de gases y esto produce la explosión que deja como saldo a una persona muerta”, indicó el funcionario.
Hasta el lugar llegaron paramédicos en una ambulancia del Hospital de Landázuri, donde también se hallaron varias personas levemente heridas que se rehusaron a recibir atención médica. Del joven fallecido se supo que era proveniente del municipio de Cimitarra y hace algunos días había llegado a la zona a trabajar extrayendo carbón.
La mina en donde ocurrió el accidente, según cuenta el secretario de Gobierno, ya había sido cerrada, “nosotros, junto con las autoridades ya habíamos sellado esa mina que es ilegal e infortunadamente la habían reabierto y había gente trabajando en ese momento”, expresó el funcionario.
La fiebre por el carbón
Las autoridades han establecido que en el municipio de Landázuri hay al menos cuatrocientas minas ilegales, que han generado la llegada de cientos de personas del interior del país y de nacionalidad extranjera.
“Esto se no convirtió en un problema social; acá llega gente de Boyacá, Valle del Cauca, personas de nacionalidad extranjera con la fiebre de trabajar en esas minas y eso nos ha dejado tragedias; tenemos antecedentes de hechos lamentables como la mascare ocurrida el año anterior, también ha habido situaciones en las que menores de edad se han visto involucrados en situaciones lamentables; esto es un problema que se nos ha agravado y pedimos la intervención de la agencia minera y de las autoridades ambientales”, expresó el secretario de Gobierno.
La fiebre por la minería en Landázuri, según el secretario de Gobierno, ha agudizado otras problemáticas como la deserción escolar, la prostitución y la venta de estupefacientes, “el control es difícil; acá solo tenemos nueve policías, ha habido momentos en que llegamos y sale gente armada; esto es una bomba de tiempo”, dijo el funcionario.