Edwin Arengas, de 45 años, fue la víctima fatal del accidente que se registró en la noche del domingo en la Carrera 9 con Calle 41 en el barrio Alfonso López en el centro de la ciudad.
Sus amigos y colegas de oficio, ya que se desempeñaba como mototaxista, lo apodaban ‘Piccolo’ porque él mismo decía que tenía un parecido con un dibujo animado de una serie de televisión japonesa.
Aunque vivía en el Cristal Bajo, se la pasaba en la entrada a La Joya, sitio que era su ‘terminalito’ donde se reunía con otros motociclistas para iniciar sus labores transportando pasajeros o haciendo domicilios.
“Era una excelente persona. Era quien ayudaba a la mamá, una adulta mayor que se encuentra en silla de ruedas. Un excelente hombre, nos duele mucho su partida ya que nunca se metía con nadie”, aseguró un conocido de Edwin.
Lo que se sabe de su deceso es que en la tarde y noche del domingo se encontraba compartiendo con unos conocidos en un establecimiento comercial propiedad de un familiar, en la Carrera Novena con Calle 41, al parecer tomaban licor.
De repente se levantó y manifestó que iba a comprar algo en la acera del frente. Llevaba un casco en la mano y pasó el primer carril, en el sentido norte a sur, sin contratiempos. Pero al intentar pasar el otro carril, sur a norte, un motociclista lo arrolló.
“El golpe fue muy duro, no alcanzó a reaccionar. El de la moto tampoco y se lo llevó de frente. Los dos de la motocicleta y el peatón se fueron al suelo. No pensábamos que fuera tan grave, pero cuando fuimos a auxiliarlo estaba ya frío”, indicó un testigo.
Edwin Arengas quedó en el pavimento y una sábana azul lo cubría. Tras llegar un paramédico se confirmó su deceso.
La moto de placas CAO- 86F, línea YW125 modelo 2020, era conducida por Juan Sebastián Garcés Blanco y lo acompañaba una mujer identificada como María Katherín Leal Vargas, iban hacia el barrio Girardot donde residen. Fueron remitidos a un centro médico donde se recuperan.
Tránsito de Bucaramanga se encargó de llevar el cuerpo de Edwin hasta las instalaciones de Medicina Legal. Sus familiares lo reclamaron para brindarle la cristiana sepultura.
‘Piccolo’ era apreciado en los barrios La Joya y Alfonso López por su carisma y amabilidad. Era una persona en la que confiaban comerciantes y residentes para realizar las diligencias personales.
