En la mañana del jueves, mientras doña Nubia García, una mujer de 70 años, preparaba el almuerzo en el segundo piso de su vivienda, ella y su hijo, Óscar García, un mensajero de 38, cayeron desde la parte alta al primer piso de la edificación tras el desplome de la placa.
Por motivos que son materia de investigación, se presentó la emergencia al interior de la vivienda ubicada en la calle 15nc número 26 -17 del barrio Villa Helena I, al norte de la ciudad.
El pasillo donde queda la cocina, en el segundo piso, se derrumbó y los dos cayeron desde una altura de tres metros sufriendo varios golpes, traumas y laceraciones.
De inmediato sus vecinos y otros familiares que se encontraban en el inmueble corrieron a ayudarlos.
“Quedaron adoloridos, pero por fortuna estaban conscientes, los sacamos de la vivienda a otra casa para que se recuperaran”, señaló un familiar.
Doña Nubia y su hijo fueron remitidos a un centro médico donde tras las valoraciones de los especialistas se reportó que no sufrieron lesiones de gravedad.
Al lugar llegaron los Bomberos de Bucaramanga que ordenaron desalojar el inmueble mientras se realizaba la inspección de la estructura.
De acuerdo con el capitán Jorge Peña, se investiga si las viviendas volvieron a ser habitadas a pesar de una orden que había de no hacerlo, pero es una situación que debe atender la Alcaldía de Bucaramanga.
“Fuimos al lugar, constatamos la emergencia y por fortuna no había nadie en el primer piso, porque hubiéramos tenido un percance fatal. Ya dejamos el informe ante la Oficina de Gestión del Riesgo para que ellos se encarguen de analizar la situación. Estas viviendas no son habitables, pero aún hay familias viviendo allí”, señaló el oficial.
Un problema de tres décadas
Lo que vivieron los García en la mañana del jueves es una problemática que viene desde hace más de 30 años cuando un grupo de personas recibieron las viviendas de interés social por parte del antiguo Inurbe.
Pero debido a una falla geológica varias casas cedieron y otras quedaron inestables. Solo que los propietarios de algunos inmuebles no han salido de la zona porque manifiestan que no tienen donde más vivir.
En la actualidad hay un centenar de hogares que esperan un lugar para ser reubicados. Mientras esto se cumple han decidido quedarse en Villa Helena I.
“Tenemos un fallo desde el año 2000 para el traslado. No nos ponen atención y lo que pasó es el peligro que corremos muchas personas, porque no tenemos dónde más vivir. Esperamos que las autoridades vuelven a mirarnos porque necesitamos una solución”, señaló un líder.
