Millonarias pérdidas dejó el desbordamiento del Río Espíritu Santo, en San Alberto, Cesar, el jueves en la noche.
Las enfurecidas aguas arrasaron con todo a su paso: ganado, aves de corral, peces y cultivos cacao de más de tres familias que residen muy cerca del sector de la bocatoma. Se ‘salvaron de milagro’.
Aseguran que quedaron literalmente rodeados por el agua durante dos horas.
“No sabíamos qué hacer ni para dónde coger. Corríamos pero era terrible”, comentó uno de los afectados.
Movidos por la angustia, la misma comunidad tuvo que ingeniárselas para rescatar a los adultos adultos mayores y niños atrapados.
Hubo pánico hasta la madrugada. Ayer, los primeros rayos del sol dejaron en evidencia el desastre. El panorama era desolador. Solo ramas, agua y tierra quedaron sobre los predios que durante varios años han sido productivos para estas familias. Los cultivos se han convertido en su sustento diario y ahora quedaron en las ruinas.
El rugir del río
El miedo comenzó a apoderarse de los habitantes de la ribera del ‘Espíritu Santo’ pasadas las 10:00 de la noche, cuando el río comenzó a ‘rugir’ con las intensas lluvias.
“Era un ruido muy fuerte, pensamos que iba a acabar con todo. Hasta con nosotros”, manifestó otro de los residentes de San Alberto.
En el sector urbano también tuvieron que evacuar en el 1 de Abril y Altos del Progreso, a muy pocos metros del afluente hídrico.
Y en la zona de Puerto Carreño conocida como Machete, decenas de familias terminaron con el agua hasta las rodillas ocasionando daños materiales.
Los afectados hicieron un llamado a las autoridades y a la Administración Municipal para que les brinde apoyo y soluciones, teniendo en cuenta que la temporada de lluvia se mantiene.