Un ciudadano venezolano que ha sido deportado en dos ocasiones a su país de origen, sigue generando hechos que alteran la tranquilidad de los habitantes de los barrios Cabecera, Sotomayor y en los alrededores del parque San Pío.
En varias cámaras de seguridad de este sector de la capital santandereana, han quedado sus fechorías. El sujeto se ve cuando sin ningún temor, aprovechando las horas de la madrugada cuando no hay nadie en las calles, sustrae las nomenclaturas de las direcciones, letreros y cualquier elemento de aluminio, hierro, cobre o bronce.
Por estos días son varios los inmuebles que no tienen la dirección, por lo que el trabajo de domiciliarios y taxistas se les ha complicado.
César Augusto Niño, coordinador del Frente de Seguridad de Cabecera, aseguró que el hombre ha sido capturado por la Policía en seis oportunidades, pero siempre queda libre y vuelve a sus ‘andanzas’.
“No es suficiente con grabarlo. Los jueces lo sueltan porque sus robos son de mínima cuantía. Pero sí está afectando a nuestro sector”, señaló el líder.
Lo que además se observa en las imágenes sobre su forma de delinquir, es que cuenta con sus propias herramientas. Se le ve con destornilladores y otros elementos para arrancar las direcciones o las letras de los nombres de los edificios.
Migración Colombia lo ha llevado en dos oportunidades a la frontera con Venezuela, pero siempre regresa a Bucaramanga.
“Ya algunos han preferido pintar las nomenclaturas o diseñarlas con calcomanías, para no seguir siendo víctima de este delincuente”.
Se cree que detrás de estos hechos está una red dedicada al reciclaje, que cambia los elementos robados por sustancias alucinógenas o algunos pesos.
