Desde que se conocieron Carlos Eduardo Ochoa Villamizar, un joven de 23 años natural del municipio de Chitagá, Norte de Santander, y Nayelli Lara Jaimes de 22 años, nacida en Guaca, Santander, mostraban su amor de manera abierta en público y en las redes sociales.
La joven pareja tenía una niña de año y medio de nacida. Vivían en el corregimiento de Berlín, en la vía Bucaramanga a Pamplona, y como muchos habitantes de esta región se dedicaba al cultivo de cebolla larga.
Nayelli estudiaba en la Universidad de Pamplona, donde quería ser profesional para salir adelante con su joven familia.
Según amigos, los esposos habían conseguido un vehículo marca Renault 9, que era un taxi ‘jubilado’ en Bucaramanga, con el que también hacían expresos a diferentes lugares.
Precisamente sus conocidos aseguran que en la mañana del domingo habían transportado a una persona desde el corregimiento a la capital santandereana. Y después del servicio volvían donde la abuela materna, en una finca de Berlín, a recoger a su pequeña hija para llevarla de paseo. Pero la muerte se les atravesó en sus planes.
“Ellos eran muy unidos. Casi siempre se les veía juntos en el carro. Querían salir adelante como esposos. Pero así son las cosas de la vida. Un pestañeo y la ‘huesuda’ se los llevó”, relató un vecino.
Lo que se sabe del accidente, según las investigaciones que ha adelantado la Policía de Tránsito, es que el vehículo amarillo, en el que se movilizaba la pareja, intentó adelantar a una turbo en el kilometro 54, en la vereda El Topón, pero de frente, en el otro carril venía un camión.
Al parecer Carlos, quien manejaba el carro, intentó devolverse a su calzada, pero no midió la distancia y golpeó a un Renault Sandero gris que iba en el mismo sentido. El impacto lo arrojó contra el camión, de placas SRN 061 matriculado en Facatativa, que venía de Norte de Santander hacia Bucaramanga.
El fuerte choque aplastó la carrocería. La escena era devastadora. Nayelli, que iba en el puesto del copiloto, no tenía signos de vida. Mientras que Carlos agonizaba y pese al esfuerzo de quienes circulaban por la zona y los habitantes del frío páramo por sacarlo del auto, falleció en un centro médico.
Por varias horas la vía permaneció cerrada mientras la Policía levantaba los cuerpos y retiraba los vehículos.
Buscan recursos
Amigos han iniciado una colecta para los gastos funerarios ya que sus familiares no cuentan con recursos.
Para eso han pedido la colaboración y quienes estén interesados en ayudar económicamente pueden comunicarse al 312 5349243.
