“Ay señor cubre con tu manto al compañero, se quedó sin frenos y le agarró viaje, la tractomula bendito Dios”, fueron las desesperadas palabras de un mulero que grabó los momentos previos al fatal accidente en la vía Aguachica – Ocaña que dejó a una pareja muerta y un hombre luchando por su vida.
El accidente ocurrió específicamente en un sector conocido como San Ivillas, en Cesar, allí en horas de la mañana una tractomula que humeaba y conducía a toda velocidad, chocó directamente contra una turbo que se movilizaba en dirección contraria.
Trágicamente en la turbo iban Félix Sánchez Contreras y Luz Marina Cano Hernández, una pareja de casados que vivían normalmente en Piedecuesta. Ambos murieron instantes después del accidente.
La colisión se dio específicamente en una curva, el conductor de la mula, que al cierre de esta edición se encontraba en un centro asistencial con pronóstico reservado, llevaba varios metros conduciendo sin frenos y, como iba de bajada y cargado de carbón, cuando llegó a la curva invadió el carril sorprendiendo a la turbo.
Ambos vehículos pesados acabaron a un costado de la vía, en una zona boscosa. La destrucción tanto de la carrocería como de las partes de la tractomula de placas SOZ 514 de Girón y la turbo, de placas WTK 983, de Manizales dieron fe de la magnitud del accidente.
La tractomula terminó volteada con inmensas cantidades de carbón rodeándola, mientras que la turbo acabó desfigurada después del impacto. Rápidamente varios conductores que venían atrás comenzaron a frenar y buscar ayuda para los heridos.
Sin embargo para esta pareja de Piedecuesta ya era demasiado tarde, ninguno los dos tenía signos vitales. Félix, de aproximadamente 55 años, terminó en el mismo asiento del conductor, mientras que su esposa quedó a pocos metros del vehículo, en el suelo.
Los curiosos de inmediato se alarmaron cuando vieron que el otro conductor si tenía signos vitales e intentaba moverse, por lo que llamaron un ambulancia así como a las autoridades de Tránsito para que hicieran el procedimiento respectivo.
Al poco tiempo una ambulancia se llevó al conductor de la tractomula a un centro asistencial en Aguachica, y las autoridades hicieron el levantamiento de ambos cuerpos que fueron trasladados a las instalaciones de Medicina Legal de Ocaña, Norte de Santander.
De la pareja se conoció que tenían algunos hijos y desde hace años Félix trabajaba haciendo acarreos y carreras de un departamento a otro con su vehículo. La pareja tenía una casa en el centro de Piedecuesta y otra en Aguachica.
“Fue un amigo durante años, tenía tiempo como conductor. Realmente es una lástima porque no fue su culpa, él iba por su carril”, explicó un amigo de la víctima.
Sus familiares se trasladaron hasta Ocaña donde al cierre de esta edición esperaban que las autoridades les entregaran los cuerpos para hacer su cristiana sepultura.
