Las intensas lluvias registradas en el territorio brasileño, causaron desbordamiento de los ríos Iguazú y Uruguay, hecho que generó evacuaciones inmediatas y el cierre del Parque Nacional Iguazú.
El desbordamiento provocó, además, que las represas hidroeléctricas brasileras abrieran las compuertas para dar un ‘alivio’ a la carga de agua.
Frente al Parque Nacional Iguazú, este tuvo que ser evacuado y cerrado, con el fin de prevenir hechos lamentables. Según un comunicado emitido por la Administración de Parques Nacionales, este permanecerá sin servicio «hasta nuevo aviso».
“Debido a la crecida extraordinaria del río Iguazú se procedió al cierre del área Cataratas hasta nuevo aviso”, dice el comunicado.