El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) condenó enérgicamente el “cobarde asesinato” de un hombre desarmado de raza negra y de origen congoleño en Estados Unidos, al que un policía disparó en la cabeza tras un forcejeo en una parada de tráfico.
“El Gobierno condena con energía el cobarde asesinato de nuestro compatriota Patrick Lyoya y seguirá de cerca el proceso judicial iniciado por el Gobierno americano (estadounidense) contra su asesino”, declaró este sábado a través de Twitter el portavoz del Ejecutivo congoleño y ministro de Prensa y Comunicación, Patrick Muyaya.
Este funcionario también señaló que el embajador de EE.UU. ofreció ya condolencias al Gobierno de RDC en nombre de Washington y garantías de que su país hará todo lo necesario para que el autor de este asesinato reciba la sanción correspondiente a las leyes estadounidenses.
Lyoya, de 26 años, murió el 4 de abril en Grand Rapids, en el estado de Michigan, a manos de un policía blanco. El crimen cobró relevancia este fin de semana, cuando comenzaron a circular las imágenes por las redes sociales.
Según muestran los videos publicados por las propias autoridades y recogidos por los medios locales, el agente implicado mató de un disparo en la cabeza a Lyoya tras un forcejeo en una parada de tráfico.
El policía preguntó a Lyoya si hablaba inglés y le pidió su carné de conducir, momento en el que comenzó la discusión.
Después de salir del vehículo, los dos empezaron a discutir, Lyoya salió corriendo y ambos forcejearon en el suelo por el control de una pistola táser que están diseñadas para dar descargas eléctricas e inmovilizar a quien las recibe.
En un momento del forcejeo, el policía colocó la rodilla sobre la espalda de Lyoya y le disparó en la parte de atrás de la cabeza.
La víctima, que tenía dos hijas, era un refugiado de la República Democrática del Congo y había llegado a EE.UU. con su familia en 2014, huyendo de la violencia de su país de origen, según explicó en un comunicado la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer.
La ciudad de Grand Rapids, a unos 230 kilómetros de Detroit, tiene unos 200.000 habitantes, de los que un 18 % son afroamericanos, de acuerdo a los datos censales.
Después de que las imágenes se hicieran públicas, cientos de personas se manifestaron frente al departamento de policía de Grand Rapids, una escena que se ha repetido en otras estaciones policiales en los últimos años, luego de uniformados asesinaran a otros ciudadanos afrodescendientes en distintos procedimientos.