«Estamos en contra de politizar el rastreo del origen del virus», ha afirmado el viceministro de Exteriores Ma Zhaoxu ante un grupo de diplomáticos, según la prensa oficial. En este sentido, ha cuestionado que se vayan a «abandonar» los el informe previo, redactados tras una visita sobre el terreno acordada entre la OMS y Pekín.
Las autoridades chinas aseguran que más de 70 países respaldan este primer informe, que en realidad no esclarece dónde ni cómo comenzó la pandemia. Ma, que ha defendido la transparencia de su Gobierno, ha subrayado que cualquier futuro análisis debe hacerse tomando como base criterios científicos y no políticos.
El jefe de la delegación china en estos trabajos, Liang Wannian, ha descartado que se pueda estudiar siquiera a estas alturas la hipótesis de la salida del virus de un laboratorio y, en cambio, ha abogado por ampliar la lupa, poniendo el foco también en otros países con especies en las que se pudo originar el SARS-CoV-2 e interconectados con el mercado de Wuhan.