El aumento de los casos, que tiene lugar en un momento en el que la capital japonesa acoge los Juegos Olímpicos, ha llevado al país a superar los 7.958 positivos confirmados el 8 de enero, con un total de 3.177 nuevos contagios de COVID-19 en Tokio.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, mantendrá durante la jornada una reunión con varios ministros, incluidos el titular de la cartera de Sanidad, Norihisa Tamura, para abordar la situación, según ha informado la agencia japonesa de noticias Kiodo.
El Gobierno puso Tokio bajo un cuarto estado de emergencia entre el 12 de julio y el 22 de agosto, si bien excluyó la posibilidad de imponer un confinamiento, a pesar de las críticas sobre la gestión de la pandemia en medio de los Juegos Olímpicos.
Así, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, ha destacado durante la jornada que «el comportamiento de los jóvenes es clave», mientras que Shigeru Omi, asesor de Suga en lo relacionado con la pandemia, ha alertado de que «el sistema sanitario empieza ya a estar bajo mayor presión».
Por su parte, los gobernadores de tres de las prefecturas que rodean la capital, China, Kanagawa y Saitama, han indicado que están considerando la posibilidad de pedir al Gobierno central ser puestas bajo estado de emergencia para aplicar restricciones para contener la propagación de la enfermedad.
