La modelo Kristina Joksimovic, exfinalista de Miss Suiza, presentaba toda una imagen perfecta, de glamour, elegancia, belleza y unión familiar en sus redes sociales. Pero en la intimidad estaba con un hombre controlador y violento, según amigos cercanos a la pareja.
La mujer, de 38 años, murió a manos de su esposo Thomas, de 41 años, quien luego de matarla, la desmembró y trituró parte de su cuerpo con una licuadora de mano.
Aunque el asesinato de la modelo ocurrió el pasado 13 de febrero en Lausana, esta semana salieron a relucir los escalofriantes detalles de su muerte, luego de que un tribunal rechazara el alegato de defensa propia de su esposo, quien pedía libertad, aseverando que la mató porque ella lo atacó con un cuchillo.
El 11 de septiembre, el Tribunal Federal de Lausana desestimó la apelación de Thomas para ser liberado, manteniéndolo en prisión.
Asesinato a sangre fría
Los fiscales aseguraron ante los magistrados que el hombre demostró “un nivel notablemente alto de energía criminal, falta de empatía y sangre fría”.
Los trágicos eventos ocurrieron el 13 de febrero, durante una discusión entre la pareja. En el transcurso del altercado, Thomas estranguló a su esposa y utilizó armas blancas y productos químicos para ocultar el cuerpo en el sótano de su casa.
Luego de su asesinato, destacan las publicaciones de la finalista de Miss Suiza en 2008 en su cuenta de Instagram. Y es que la mujer mostraba todo un mundo perfecto de belleza, éxito y familia unida. En esta red social, Kristina Joksimovic, publicaba fotos y videos de ella modelando, estando de fiesta con amigos y de ella con su esposo y sus dos hijas pequeñas.
Se refería a su esposo e hijas como su universo o su mundo. Nunca mostraba las caras de ellos.
El 9 de diciembre publicó un post con la siguiente frase: “Siempre habrá alguien que no puede ver tu valor. No dejes que seas tú”.
Tras su atroz muerte, este mensaje hace preguntar si alguien desestimaba su valor ¿Se refería a su esposo? De hecho, después del asesinato, se conoció que antes de que él la matara (hecho que por cierto, él confesó), la Policía había recibido desde su vivienda varias llamadas por violencia doméstica.