Eslovaquia ha sacrificado a 41 osos pardos considerados peligrosos en lo que va de año, a pesar de que la especie está protegida en Europa, para prevenir nuevos ataques a la población, según informó este martes la Autoridad de Protección de la Naturaleza (SOPSR) del país.
“En la mayoría de los casos, se trataba de ejemplares problemáticos para los que se aprobó la autorización para sacrificarlos”, explicó el director de SOPSR, Stefan Kysel.
De estos, treinta osos fueron abatidos por la autoridad estatal y 11 por asociaciones de cazadores.
“Esos osos salían de su hábitat natural y a menudo ponían en riesgo la seguridad de los residentes y sus propiedades, sin mostrar signos de miedo hacia las personas, ya que fueron ahuyentados de zonas habitadas”, añadió Kysel.
El Gobierno eslovaco ha decidido mantener la prohibición general de caza de osos, pero propone que las entidades de cazadores sean las encargadas de sacrificar a estos animales con permisos no transferibles, con el fin de evitar el uso comercial de los mismos.
En primavera, más de una docena de personas resultaron heridas por ataques de oso, algunas de gravedad, y en marzo, un turista murió mientras huía de uno.
En respuesta a estos incidentes, el Parlamento eslovaco presentó en mayo pasado una legislación para permitir el sacrificio de osos peligrosos sin demasiados procesos burocráticos.