Días antes de su cometido, el tirador identificado como David Kozak, había expresado a través de las redes sociales sus intenciones de matar.
Kozak, de 24 años, quien era alumno de la facultad de Artes de la Universidad Carolina, donde tuvo lugar el tiroteo, había creado un canal privado de Telegram donde relataba sus escalofriantes pensamientos: “Este canal es un diario donde hablo acerca de mi vida antes del tiroteo”. El autor del ataque, que duró poco más de 20 minutos, había expresado anteriormente que quería “hacer un tiroteo y posiblemente suicidarse”.
El sujeto, quien posteriormente fue abatido por la policía de Praga este jueves, había dado indicios sobre la masacre el pasado 10 de diciembre a través de Telegram. “Siempre quise matar”, decía.
Kozak también había manifestado su admiración por Alina Afanaskina, una joven de 14 años que inició un tiroteo en su clase en Bryansk, Rusia, el pasado 07 de diciembre, que dejó un estudiante muerto y el suicidio de la autora. “Alina me ayudó demasiado”, había escrito Kozak.
Como lo reportó la policía de Praga, el homicida se había inspirado de “un caso similar ocurrido este otoño en Rusia”.
“Pensé que me convertiría en un maníaco en el futuro. Luego, cuando Ilnaz disparó, me di cuenta de que era mucho más rentable cometer asesinatos en masa que asesinatos en serie”, dijo Kozak, al parecer haciendo referencia a Ilnaz Galiáyev, un tirador ruso de 19 años que “odiaba a todo el mundo” y mató a nueve personas en 2021.
“Me senté, esperé, soñé… pero Alina se convirtió en el último punto. Fue como si hubiera venido en mi ayuda desde el cielo justo a tiempo (…) Leí algunas instrucciones de que sería mejor abrir el canal unas horas antes del tiroteo”, había indicado el responsable de la muerte de 15 personas.
Además, se revelaron conversaciones de Kozak días antes de la masacre: “Quiero dispararme”; “odio el mundo y quiero dejar tanto dolor como sea posible”; Además, escribió un mensaje que revelaría sus problemas psicológicos: “Tengo un sonar en mis oídos, como un tipo de luciérnagas, quiero arrancarme las orejas”, fueron algunos de los textos que escribió el asesino.
Según el último balance comunicado por la Policía de Praga, “más de 15 personas perdieron la vida y al menos 24 resultaron heridas”.
El jefe de la policía checa, Martin Vondrasek, explicó que, antes del tiroteo, ya buscaban a su autor tras haber encontrado muerto a su padre en el pueblo de Hostoun, al oeste de Praga.
Las fuerzas de seguridad, quienes insinuaron que el autor del ataque también había matado a su padre, fueron a buscarlo en un edificio de la facultad de Artes, pero no lo encontraron a tiempo y no pudieron evitar el tiroteo.