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Incendio en California causa daño irreparable a los simbólicos árboles de Josué

El incendio forestal más grande desatado este año en California en una zona desértica fronteriza con Nevada ha causado un daño irreparable a los árboles de Josué, símbolo de los desiertos del oeste estadounidense.

Las llamas del «incendio de York», que comenzó el viernes pasado en una propiedad privada, ya han quemado 38.044 hectáreas hasta este jueves, según un reporte del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos.

Aunque hasta esta mañana los bomberos habían podido contener en un 63 % el incendio que se desarrolla en la Reserva Nacional de Mojave, los daños cambiarán por completo el paisaje.

La mayor preocupación de los ambientalistas es el daño que el inusual incendio ha causado a los árboles de Josué (Yucca brevifolia), que solo se encuentran en esta región en el mundo y están en peligro de extinción.

Debra Hughson, superintendente de la Reserva Nacional Mojave, dijo al periódico Los Angeles Times que se ha perdido una gran área de vegetación nativa por las llamas, entre ellos muchos árboles de Josué.

Añadió que será casi imposible recuperar el bosque arrasado y que es probable que los árboles sean reemplazados por arbustos y pastos más pequeños.

Desde hacía varios años los ambientalistas habían estado alertando sobre la fragilidad de estos árboles, que pueden vivir hasta 300 años en temperaturas extremas pero son muy susceptibles al fuego.

Un estudio de la Universidad de California en Riverside encontró en 2019 que sin una reducción drástica de las emisiones de carbono el parque retendría solo el 0,02 % del hábitat de los árboles de Josué para 2070.

La sequía ha exacerbado el riesgo de extinción de los árboles. El estudio encontró que en las zonas más cálidas y secas los árboles adultos no producen tantas plantas jóvenes, y las plantas que llegan a nacer no sobreviven porque no pueden mantener las reservas de agua que los ayuden a enfrentar periodos extensos de sequía.

La reproducción de los árboles de Josué también está en peligro por el cambio climático, que ha afectado a las polillas de la yuca, un insecto del que dependen para poder reproducirse.

La relación de estas dos especies va más allá de la polinización del árbol a la que ayuda la polilla. Estos insectos también necesitan a la planta ya que ponen sus huevecillos dentro de sus flores, que además sirven de alimento a las larvas.

La Reserva Nacional de Mojave alberga más de 200 plantas raras, y las autoridades han dicho que tomará tiempo determinar el daño del fuego a esas especies.

“Va a ser muy difícil estimar la cantidad de árboles de Josué quemados, pero sabemos que hubo muchos”, puntualizó Hughson al rotativo.

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