Al menos 5.000 personas han muerto y otras 25.000 han resultado heridas en Turquía y Siria debido a los dos devastadores terremotos del lunes, mientras continúan las labores de rescate con el temor de que haya aún cientos o miles de personas atrapadas bajo los escombros.
En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores de magnitud 7,7 y 7,6, el recuento oficial habla ya de 3.432 muertos y 21.000 heridos.
Hasta el momento, los equipos de rescate han podido sacar con vida a unas 8.000 personas de entre los escombros de los miles de edificios que se han derrumbado.
Pese a que ya han pasado más de 30 horas desde el primer seísmo, durante la mañana del martes se ha seguido localizando a personas con vida en varias de las diez provincias del sureste turco más afectadas por el desastre.
Además, docenas de países han comenzado ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes, aunque las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.