La Fiscalía francesa ha abierto una investigación tras el descubrimiento de los cadáveres de dos bebés, que podrían llevar muertos muchos meses, en el apartamento de una familia en la localidad de Rumilly, en el departamento de Alta Saboya, al este de Francia.
La fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathis, que tiene previsto comparecer públicamente este viernes, en un primer momento se ha limitado a confirmar la activación de esa investigación con carácter preliminar.
Fue el diario Le Dauphiné Liberé, el que reveló que los dos cuerpos aparecieron el día 1 cuando acudieron a la vivienda del barrio de la Salle los gendarmes a los que había llamado la madre de la familia, que luego fue hospitalizada y no ha podido todavía declarar por su estado psicológico alterado.
Por lo que se estima que su muerte podría haberse producido incluso hace más de un año.
En la vivienda, que ha quedado precintada, vivía desde hace tres años una pareja y dos niños.