No pudo ser. La Selección Colombia se quedó con las ganas de celebrar el título de la Copa América Femenina y tuvo que ver como Brasil festejaba en el estadio Alfonso López de Bucaramanga.
A pesar del apoyo masivo de los aficionados colombianos y de la gran fiesta que se vivió en las tribunas, un solitario gol de Debinha le entregó a la ‘Canarinha’ su octavo título en esta competencia, en donde son consideradas como las ‘reinas’ del certamen.
Sin embargo, la derrota no opaca la gran campaña que realizó la Selección Colombia, que ganó cinco compromisos y solo perdió hasta la gran final.
Además, Colombia ya había logrado la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024 y a la Copa del Mundo de Mayores de Australia y Nueva Zelanda 2023.
Partido parejo
Colombia salió a buscar la victoria desde el primer minuto.
Catalina Usme, Mayra Ramírez, Linda Caicedo y Leicy Santos buscaron abrir el marcador, pero la falta de puntería y la buena actuación de la defensa evitaron la celebración en el primer tiempo.
Primero fue el turno de Usme, quien cobró un buen tiro libre y estuvo cerca de marcar. También lo intentó Leicy, pero tampoco pudo ser.
Las que sí celebraron fueron las brasileñas, quienes se encontraron con un penal que convirtió en gol Debinha, una de las grandes futbolistas que participaron en la Copa, a los 39 minutos del compromiso.
El gol fue un duro golpe para Colombia, que hasta ese momento había hecho mucho más por el partido, y así se fueron al descanso.
El segundo tiempo comenzó con muchas dudas por parte de las colombianas, hasta que vinieron los cambios, que le permitieron una dosis de rebeldía a las ‘cafeteras.
Linda Caicedo, Catalina Usme y Diana Ospina sacaron todo el orgullo por la camiseta y lo intentaron una y otra vez.
Sin embargo, esas ganas, el amor por el escudo y el apoyo de la afición no alcanzó para igualar el compromiso y Brasil se volvió a coronar, una vez más, como la dueña de la Copa América.
“Estamos felices y tranquilas porque dimos lo mejor de nosotros”, expresó Usme, quien dejó ver el orgullo que siente por el buen partido que hicieron junto a sus compañeras.