Manuela Vanegas, la heroína colombiana que quebró con un cabezazo la historia, anotó su nombre en los capítulos dorados de los cafeteros en los mundiales de mayores con un gol que estremeció a un país, como lo hizo hace 33 años su compatriota Freddy Rincón también ante Alemania.
En Italia 90, a esa generación que lideró Carlos Valderrama, le alcanzó para igualar 1-1 en el último minuto ante los alemanes. A la Colombia de Linda Caicedo su corazón y calidad le permitió ir más allá en la cita orbital de Australia y Nueva Zelanda 2023 con la anotación de Vanegas, una defensa con mucho gol que en sus inicios en el fútbol fue arquera.
La futbolista de 22 años, que actúa para la Real Sociedad en España, se levantó libre y encajó de cabeza al minuto 97 el 2-1 sobre Alemania, en un tiro de esquina cobrado por la mediocampista Leicy Santos, del Atlético de Madrid, con quien tenía algo pactado: “El punto penal era nuestro secreto”.
La nacida en el municipio de Copacabana, en el departamento de Antioquia, fue la artífice de la hazaña que ningún seleccionado colombiano masculino y femenino había alcanzado en un campeonato mundial.
“No me la creía, lloré. Fue impresionante. Imagino la alegría de toda Colombia, que me envió la energía para marcar este gol”, expresó a periodistas la lateral izquierda, quien siempre ha destacado por su buen fútbol aéreo y pisar el área con frecuencia.
De arquera a defensa goleadora
Antes de tumbar a un bicampeón mundial, Vanegas empezó siendo una niña su camino en el equipo Cefuco de Copacabana, del que saltó con apenas 10 años al club deportivo Formas Íntimas (FI) para empezar su evolución y participar en tres ediciones, una de ellas como portera, del PonyFútbol, el torneo infantil más famoso de Colombia, del que han salido grandes figuras.
“Yo empecé tapando por mi estatura. Jugaba con niños, por eso tengo como fortaleza el fútbol aéreo”, contó la colombiana, quien tiene entre sus registros haber debutado en la Copa Libertadores con apenas 13 años, custodiando el arco del club que la formó.
“Manuela es una jugadora fenomenal y una persona muy disciplinada. Sabe lo que quiere”, la describió así Liliana Zapata, fundadora de Formas Íntimas, que ha sido cantera para la Tricolor con jugadoras como Daniela Montoya, Sandra Sepúlveda y Catalina Usme, entre otras.
Con el inicio de la liga profesional femenina en su país, en Envigado FC empezó otra etapa en su carrera, ya jugando como defensa central e imponiendo sus 1,69 metros de estatura. Después vino su exitoso paso por Independiente Medellín, con el que disputó en 2019 la final del torneo, instancia a la que lo llevó con un doblete en la semifinal ante Atlético Huila, precisamente con dos goles de cabeza, para confirmarse en su momento como una de las joyas del balompié nacional.
España le abrió sus puertas
El carácter de la colombiana se forjó también entre las dificultades. En 2018 llegó a Atlético Huila como refuerzo para la Copa Libertadores, pero una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo la privó de participar en ese torneo con el equipo que ese año terminó conquistando ese internacional, otro logro del fútbol colombiano.
En los pasajes memorables de su trayectoria están sus ciclos ganadores con Colombia en Bolivarianos, Centroamericanos, Panamericanos, además de procesos con los equipos sub-17 y sub-20 en campeonatos suramericanos.
En 2022 fue subcampeona con el seleccionado cafetero en la Copa América que se realizó en su país, donde consiguieron la clasificación al Mundial en Oceanía, y que coronó como campeón a Brasil.
Vanegas, además, por mucho tiempo persiguió la opción de alcanzar una beca universitaria en Estados Unidos, por ello empezó clases de inglés, trabajó con un nutricionista deportivo y una entrenadora mental, pero el destino cambió sus planes y en 2020 llegó a España fichada por el Espanyol para desempeñarse como central y lateral.
“Orgullosa de ti”, publicó en sus redes para elogiar la hazaña la Real Sociedad, club al que se unió desde 2021 y donde encontró una estabilidad deportiva para poder aspirar a jugar su primer mundial de mayores, un sueño que cumplió con el llamado del técnico Nelson Abadía, al que no defraudó.
Con tan solo 22 años, ahora comparte un lugar de lujo junto a sus compatriotas Freddy Rincón, James Rodríguez y Daniela Montoya, autores de goles que llenaron de gloria a Colombia en los mundiales.