Conocida la reforma tributaria impulsada por el equipo económico del presidente Gustavo Petro, uno de los puntos que más comentarios desató es el impuesto a los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
En el caso de los alimentos en cuestión la tributaria asegura que serían gravados con una tarifa de 10% ad valorem, mientras que para las bebidas el impuesto dependería de la cantidad de azúcar por cada 100 mililitros.
Así, este rubro pondría $2,1 billones del total que se espera recaudar con la iniciativa, que en el primer año contempla unos $25,8 billones.
¿Cuáles alimentos tendrían que responder por el tributo? El proyecto “castiga” sobre todo a los embutidos y los productos con alto contenido de azúcar.
La lista propuesta está conformada por estos productos.
- Carne y despojos comestibles, salados o en salmuera, secos o ahumados; harina y polvo comestibles, de carne o de despojos.
- Embutidos y productos similares de carne, despojos o sangre; preparaciones alimenticias a base de estos productos.
- Las demás preparaciones y conservas de carne, despojos o sangre.
- Papas fritas.
- Patacones.
- Chicharrones empacados.
- Galletas dulces (con adición de edulcorante).
- Barquillos y obleas, incluso rellenos (gaufrettes, wafers) y wafles (gaufres).
- Ponqués y tortas.
- Bizcochos y pasteles de dulce
- Merengues.
- Cacao en polvo con adición de azúcar u otro edulcorante.
- Confites de chocolate.
- Frutas recubiertas de chocolate y/u otros productos de confitería y repostería, y demás preparaciones alimenticias que contengan cacao, que no sean en bloques, tabletas o barras, y que tengan adición de azúcar u otros edulcorantes.
- Artículos de confitería sin cacao (incluido el chocolate blanco).
- Helados, incluso con cacao.
- Únicamente los postres a base de leche, incluido el arequipe.
- Manjar blanco o dulce de leche.
- Salsas y sopas.
- Cereales.