Andrés Felipe Herrera Duque murió haciendo lo que más le gustaba y el último adiós de sus seres queridos también fue en ese contexto.
Como lo informamos el viernes, 24 de junio, este joven falleció a los 20 años de edad en la noche del pasado jueves, cuando realizaba piques y piruetas en plena autopista Sur a bordo de su amada Yamaha DT. Momentos como ese eran su pan de cada día, pues le hacían “palpitar el corazón más rápido”, como lo escribió en su perfil de Facebook el pasado 7 de mayo.
Su hermano Miguel, quien también es amante de las motos y del deporte de alto riesgo llamado stunt, estaba filmando la que sería la última ‘locura’ de Andrés en una moto, sin imaginar que terminaría muy mal, en tragedia.
La vida de Andrés se esfumó en una caída a alta velocidad. Perdió el equilibrio en su DT azul y terminó atropellado por un camión. La única protección que tenía era un casco, que no fue suficiente para evitar que muriera.
Él, su hermano y varios de sus amigos practicaban con frecuencia ese tipo de maniobras, aunque lo hacen exponiéndose demasiado, sin la más mínima protección y en carreteras y vías con tráfico libre, como ha quedado evidenciado en decenas de videos que han publicado en redes sociales.
Andrés dejó de vivir en su ley, esa que lo hacía feliz, y por eso la gente que lo quería y que compartió tantas ‘locuras’ sobre 2 ruedas con él le dio el último adiós haciendo piruetas, picando motos en medio de las exequias, realizadas este sábado en el Cementerio Jardines Montesacro, en Itagüí.
“En el cielito seguirá haciendo lo que más le gustaba y Dios será el mayor fan de él, viéndolo. Descansa en paz”, escribió una de sus amigas en el Facebook de Miguel.