El dicho sobre que una palmada no le hace daño a nadie, no es cierto.
La ley que prohíbe el castigo físico contra los niños por parte de sus padres o cuidadores, fue aprobada por la plenaria del Senado de la República y quedó sólo pendiente de la conciliación para que pueda ser sancionada por el presidente Iván Duque.
La ponente, la senadora uribista, Paloma Valencia, sostuvo que el articulado no tiene fines punitivo y no habrá sanciones para los padres que castiguen a los menores, “quiero ser muy clara que no genera un efecto sobre los padres de familia, el proyecto es claro en que no hay efectos sobre la patria potestad de aquel que castigue físicamente a un niño”.
Resaltó que “los estudios internacionales y académicos sobre la materia demuestran que que una palmada lesiona la autoestima de los niños y ese dicho sobre que una palmada no le hace daño a nadie, no es cierto, una palmada genere inseguridad, problemas de autoestima y rompe las relaciones de confianza entre los padres y los hijos, que son fundamentales para avanzar en la educación”.
El autor del proyecto, representante liberal Harry González, sostuvo que “es una ley histórica en Colombia. El Senado aprobó la prohibición del castigo físico como método de corrección a los niños. Como autor de la idea, agradezco a todas las bancadas que respaldaron gran consenso. Solo Colombia Justa y Libres quería mantener el castigo físico”.
A su turno el senador cristiano John Milton Rodríguez manifestó que este proyecto es inconstitucional porque genera una indebida intromisión del Estado en la crianza de los hijos, “este proyecto violenta el artículo 42 y 42 de la Constitución porque se entromete el Estado en temas de corrección, educación y formación de los hijos que compete a la familia”.
La nueva legislación señala que se podrá acudir a las escuelas para padres con el ánimo de aprender sobre nuevas herramientas que les permitan corregir a sus hijos sin necesidad de utilizar los golpes.