Mientras Viviana Katherine Duque Castro se despedía de su hermana y bajaba las escaleras del tercer piso, su verdugo estaba abriendo la puerta principal de la vivienda de manera sigilosa, sin llamar la atención de los demás inquilinos de la propiedad. Apenas la joven llegó al pasillo del primer piso, el sujeto sacó el revólver que llevaba escondido y le disparó en la cara a la jovencita, de apenas 20 años.
Justo cuando Viviana Katherine se desplomaba en el pasillo y las gotas de sangre que emanaban de su rostro pintaban la baldosa blanca con manchas oscuras, su asesino salía del inmueble campante por la misma puerta por la que había ingresado dos minutos atrás. Su huida fue impecable, tanto así que ni los vecinos ni las autoridades saben quién pudo cometer tan atroz asesinato.
“Se escucharon tres disparos, pero todos pensamos que era pólvora, porque durante el sábado habían tirado voladores y la gente seguía de fiesta. Nos dimos cuenta de que había pasado algo porque llegó una ambulancia y sacaron cargada a la muchacha, ¡ella sangraba mucho! Iba ya inconsciente”, le reveló a Q’HUBO una residente de la zona.
Detrás el homicidio de Viviana hay varias hipótesis para las autoridades, entre ellas que, presuntamente, la ex pareja sentimental de la joven estaría involucrada en el hecho, pues habían terminado recientemente y tenía llaves de la vivienda. No obstante, todo es materia de investigación y esto no ha sido confirmado de manera oficial.
Doloroso asesinato
A las 9 de la noche del sábado Viviana Katherine comenzó a arreglarse para salir a una cita que tenía con un pretendiente. Le dijo a su hermana con quién iba a estar, al mismo tiempo que se maquillaba. A las 10 de la noche tomó su celular, pidió el Úber y se despidió de ella y su familia con la promesa de que no se iba a demorar tanto. Lo que nadie sabía era que no iba a volver, aunque ni siquiera alcanzó a salir de la casa.
En el barrio Villa Rica (Kennedy), donde se perpetró este doloroso hecho, en las calles había varias personas todavía festejando la Navidad, incluso la música retumbaba en los parlantes. En ese mismo ambiente se llevó a cabo el asesinato, el cual apunta a que se trató más bien de un feminicidio.
Viviana fue abordada por el homicida en el pasillo de la casa donde vivía en arriendo en el tercer piso con sus seres queridos, ubicada en la Carrera 77X bis con Calle 50 sur. No alcanzó a salir para subirse al carro, ni siquiera abrir el portón. Su crimen ya estaba premeditado, pues su asesino sabía que ella iba a salir sola y por eso llegó a matarla.
La joven de 20 años recibió un tiro en la cara, en el pómulo derecho, herida que terminó desfigurándole la mitad del rostro y quedó irreconocible, agonizando y tendida en el suelo. Los demás inquilinos fueron los que la hallaron allí y llamaron de inmediato a su hermana.
“Su familiar no se percató de nada porque ella, como todos, pensamos que era pólvora. Cuando llegaron a golpear a su apartamento, una señora le contó la tragedia, ella bajó rápido y entre todos llamamos a la ambulancia, pero la muchacha ya iba muy mal”, contó una vecina.
A pesar de que Viviana fue llevada de manera oportuna al Hospital de Kennedy, dos horas más tarde la muerte ganó la batalla y se la llevó a su corta edad, poniéndole fin a sus sueños y planes de estudiar y salir adelante.