Según las declaraciones de la afectada, ella dejaba al bebé para poder ir a trabajar, y un día cuando llegó a recogerlo, no estaban ni el niño ni la mujer.
La cuidadora atendía al menor, de tan sólo dos años de edad, durante las 10 horas diarias de jornada laboral de la madre, desde las 6:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde.
Viajó a Ecuador
Luego de su desaparición, el pasado mes de agosto, la madre recibió una llamada por parte de una persona desconocida, que le indicaba que el bebé había sido visto en la ciudad de Guayaquil, en Ecuador.
Sin dudarlo un minuto, la desesperada mujer cruzó la frontera hacia el país vecino y pidió ayuda a las autoridades locales para dar con el paradero de su hijo.
El bebé fue hallado en un centro médico, en donde había sido dejado, debiendo ser atendido en una Unidad de Cuidados Intensivos debido a que fue sometido a agresiones y maltrato físico. Allí personas desconocidas lo registraron con los mismos nombres pero apellidos distintos.
Al verlo, la madre de inmediato reconoció al bebé, y tras ser cometida a una prueba de ADN logró volver a cargar en sus brazos al pequeño.