Las últimas horas de vida de la señora Brígida Bohórquez Vargas, una mujer de 71 años, son todavía inciertas. Lo único que se sabe es que la abuelita le había dado trabajo y entregado su confianza a un sujeto venezolano para que realizara varios arreglos locativos el día en que su cuerpo fue hallado sin vida por sus familiares en la vivienda donde vivía sola en el barrio Villa Adriana de Kennedy.
Su cuerpo estaba tendido en el suelo con una mordaza en la boca. Los cajones estaban desparramados por toda la vivienda y faltaban varios objetos, entre ellos los ahorritos que la señora había acumulado desde hacía tiempo. Los familiares de la mujer se encontraban ayer en la esquina de la casa recordándola y exigiendo que este presunto crimen no quede en la impunidad.
Y a pesar de que las autoridades siguen investigando si se trata de un homicidio, los detalles que rondan el silencio de la mujer en las horas que no aparecía y su posterior hallazgo apuntan a que el sujeto de los arreglos, quien resultó ser un migrante venezolano, estaría involucrado en su muerte y ahora está siendo buscado por la policía.
Triste hallazgo
Desde hacía tres días la señora Brígida había contratado a un joven para que le pintara la casa ubicada sobre la calle 23 Sur con carrera 68 D. Lo último que se supo es que este sujeto entró sobre las 8 de la mañana del lunes a la vivienda de la mujer, pero sus familiares no supieron más de ella hasta entrada la noche.
Ella vivía solita. Me fui a acompañar a mi primo a buscarla y la vimos en la cocina con un chiro en la boca y varios golpes”, comentó ayer uno de sus familiares. Según cuenta una vecina, “ella antes vivía con una de las hijas que tenía una tienda de venta de artefactos para animales, pero ya de un tiempo para acá ella estaba sola y por estos días iba a remodelar la casita, ella tenía otra tienda en la esquina”.
A través de las cámaras de la cuadra, las autoridades lograron observar el momento en que el señalado ingresa a la vivienda portando un atuendo negro y con cachucha. Casi una hora más tarde, sobre las 9 de la mañana, el mismo hombre sale de la casa, pero ya con un overol rojo, como si fuera la ‘pinta’ de trabajo.
“En las investigaciones que están realizando se aduce de una persona de nacionalidad extranjera, la cual ella le da cabida en su vivienda hace tres días para realizar unos trabajos locativos. Al parecer esta persona la agrede físicamente para hurtarle un dinero».
En la inspección realizada por el CTI, se observa que no tiene lesiones por arma blanca o arma de fuego. Tiene una lesión en su rostro, no se sabe si es producto de una violencia contra ella o un accidente, estamos en las investigaciones para poder dar captura a esta persona en caso de que se trate de una muerte violenta”, declaró sobre el caso el mayor Luis Acosta, comandante de estación de la policía Kennedy.
Los familiares de la mujer se mostraron dolidos e indignados ante esta pérdida. Lo último que sus allegados nos dijeron fue que: “ella siempre fue una mujer muy noble y trabajadora, ya estaba retirada en los últimos años. La verdad nos duele que nosotros acogemos a los extranjeros en nuestro país y ellos nos responden con estas cosas, lo único que nos importa es que esto no quede impune”.