Casi de forma invariable, el nombre de Antioquia ha ocupado el primer lugar como el departamento que más casos ha aportado a esa cifra. Solo en el último reporte fue el ente territorial que más casos tuvo, pues registró el 23,6 % de todos los contagios en el país y cuenta con una ocupación UCI superior al 85 %.
El reciente incremento de contagios por covid en Colombia está marcado por la preocupación latente de que el país se enfrente a su cuarto pico de la pandemia. Más aún, porque a comienzos de septiembre el Ministerio de Salud advirtió que la nueva alza de casos podría presentarse sobre la última semana de octubre.
Si bien oficialmente el vaticinio todavía no se ha materializado, tres departamentos y seis ciudades, entre las cuales está Medellín, se encuentran en alerta por la desmejora en indicadores claves para medir el avance del coronavirus. Así quedó expuesto en el último Puesto de Mando Unificado que hizo el Ministerio de Salud, que además de Medellín, analizó los casos de Armenia, Arauca, Barranquilla, Cúcuta, La Guajira, Putumayo, Santa Marta y San Andrés y Providencia.
Entre otras cosas se conoció que mientras el promedio de casos positivos por pruebas practicadas a nivel nacional es de 5,9 %, en estos nueve territorios la cifra asciende al 11,9 %, más del doble.
También preocupa la ocupación de camas UCI, que en el país se situaba en 56 % hasta el pasado 18 de noviembre, pero en departamentos como Antioquia subía hasta el 82 %, la más alta de todo el país.
La sombra del cuarto pico
Las últimas proyecciones del Instituto Nacional de Salud (INS), con datos del pasado 18 de octubre, apuntaron a que habrá un pico de contagios entre noviembre de 2021 y enero de 2022. “Es muy posible que el comportamiento de este nuevo pico de la pandemia no sea igual al que se presentó en épocas anteriores”, aseguró el médico epidemiólogo y salubrista José Fernando Valderrama, y agregó que es probable que la mortalidad sea más baja.
Además, señaló que la situación de países con tasas más altas de vacunación que han sido fuertemente golpeados por la pandemia (ver nota anexa) debe ser considerada como un “llamado de atención”. Por eso, concluyó que la vacunación, debe complementarse con las estrategias de siempre que no pierden vigencia, como el buen uso del tapabocas y el aislamiento de los contagiados.