Según la comunidad, más de 10 disidentes habrían fallecido en los combates. El cuerpo de uno de ellos fue recuperado, mientras que los otros fueron llevados por los integrantes del grupo disidente de las Farc.
A las 6:00 de la tarde del martes, unos 100 uniformados ocuparon un laboratorio utilizado para el procesamiento de clorhidrato de cocaína, lo que llevó a la confrontación.
Fue necesario el apoyo de dos helicópteros Blackhawk, que bombardearon el área limítrofe con Ecuador. Una de las naves fue impactada en el costado del artillero el cual resultó herido, lo que obligó a su regreso a la base en Tumaco.
Por la gravedad de sus heridas, dos uniformados fueron remitidos en una avioneta medicalizada a la clínica Valle de Lili en Cali. Entre tanto, dos técnicos de las aeronaves que fueron alcanzados por las esquirlas, fueron atendidos en el Hospital San Andrés en el corregimiento de Chiliv en Tumaco.
En la revisión de la zona que llevaron a cabo los uniformados, encontraron el cuerpo sin vida de un hombre que a un costado tenía un fusil galil, una escopeta, 439 cartuchos cal 5.56 mm, 18 granadas de mano, cinco proveedores para fusil, 10 radios motorola UHF, tres cascos balísticos, una hamaca, cuatro boinas, un uniforme pixelado completo, un morral de campaña verde, tres pañoletas verdes pixeladas, un brazalete con las insignias de FARC EP – BOAC y una Camboyana.
Las autoridades comentaron que al tomar contacto con un civil que se encontraba en una de las viviendas de la zona, este les manifestó que desde el martes llegaron a la vereda Brisas del Mataje unos 60 hombres armados, los cuales acamparon en los alrededores. Señalaron los residentes que serían 10 los disidentes que fallecieron, los cuales habrían sido sacados de la región por los otros integrantes.
Esta sería la tercera confrontación entre de la Policía y organizaciones armadas con bajas. De igual manera, disidentes de las Farc y Los Contadores se han enfrentado en varias ocasiones. Una fuente expresó que a mediados del mes de agosto, eran 25 los cuerpos llevados a la morgue de Medicina Legal para su reconocimiento, la gran mayoría sepultados en el cementerio de Tumaco.
