En una de las esquinas del barrio Diana Turbay, a una calle de la avenida principal de este popular sector de Rafael Uribe, dos jóvenes fueron atacados de manera vil y despiadada por un par de sujetos que se movilizaban en una motocicleta. Ellos acabaron con la vida de Abel, un hombre de aproximadamente 30 años, y dejaron gravemente herido a su amigo y compatriota venezolano.
Cuando el reloj marcaba exactamente las 9:58 p. m., como quedó registrado en varias cámaras de seguridad que grabaron el infame crimen, los sujetos fueron abordados por los hombres de la motocicleta.
Acto seguido, Abel y su colega fueron atacados a bala. Los hechos ocurrieron en la Carrera segunda con calle 48 u bis sur.
Ataque sin compasión
“Yo me encontré al muchacho que mataron como una hora antes de que ocurriera todo. Él se veía tranquilo, relajado. La verdad nadie se esperó que lo fueran a matar después de eso. Él vivía acá hace más de un año con la mujer y los tres hijos. Qué embarrada con ella y los peladitos porque ellos se fueron para Venezuela hace como tres meses. Dicen que se escucharon 6 tiros. La verdad muy poca gente vio bien qué pasó porque a esa hora ya estaban cerradas las tiendas”, relató a Q’HUBO un comerciante de la zona.
Abel, la víctima mortal de este crimen, estaba en compañía de uno de sus amigos, riendo e intercambiando anécdotas durante varios minutos, cuando de la nada, una motocicleta llegó por la parte occidental de la cuadra a toda velocidad, parando precisamente donde los dos jóvenes se encontraban riendo a carcajadas. En fracción de segundos, el copiloto de la moto negra desenvainó de su cintura un arma de fuego con la que los atacó violentamente hasta que se le acabaron las balas de su revólver.
Tras ese despiadado ataque, Abel recibió un disparo en el costado derecho del abdomen, qué atravesó por completo su humanidad, haciéndolo caer, mientras otros dos disparos se alojaban en su pierna derecha, llevándolo a caer agonizante al sucio y helado suelo.
Entretanto, el acompañante de la víctima mortal, con los reflejos de un gato, salió corriendo a pesar de haber recibido un impacto de bala. Paulatinamente, los asesinos aceleraron su moto con el fin de alcanzarlo, pero afortunadamente su rápida reacción lo llevó a pedir auxilio y resguardarse en uno de los pocos locales comerciales que aún se encontraban abiertos.
Fue entonces cuando los asesinos siguieron derecho por la carrera segunda para escabullirse en medio de los estrechos callejones de la zona.
“La Policía llegó muy rápido. Me contaron que los uniformados que llegaron y vieron al chino botado en la calle, pararon un taxi embalados para intentar salvarle la vida a ese pobre cristiano, pero lo que cuentan es que ese pobre muchacho se veía muy mal, se nota que perdió mucha sangre, porque donde cayó quedaron manchas de lo que fue ese pobre hombre. Lástima porque el muchacho se veía siempre trabajando vendiendo pasajes para buses del Sitp, de manera informal, lo que cuentan es que él se murió cuando lo estaban atendiendo en el hospital” dijo un residente.