La justicia en el caso de Carlos Andrés Múnera Vargas, un conductor de plataforma asesinado en el Valle de Aburrá por robarlo, se empieza a asomar.
La razón es que después de celebrar un preacuerdo con la Fiscalía y ser avalado por la justicia, el Juzgado 8 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Medellín condenó a 20 años de prisión a Sara Álvarez Molina, una de las 3 personas que participó en ese crimen.
La joven de 25 años de edad terminó respondiendo por los delitos de homicidio agravado y hurto calificado y agravado.
Así pasó
El aberrante caso que dejó a una familia de luto y con la esperanza de más justicia sucedió el 24 de abril de este año. Como era habitual en Carlos Andrés, ese día salió de su casa en Bello a trabajar en su vehículo. Durante el recorrido, la aplicación le arrojó un servicio que iba desde el centro de Medellín hacia la vereda el Zarzal, de Copacabana.
Múnera Vargas llegó a las inmediaciones del edificio Coltejer, recogió a Sara, quien se encontraba en compañía de otros 2 hombres y arrancaron hacia el norte del Valle de Aburrá. Cuando llegaron al destino, los delincuentes lo pasaron para la silla de atrás, lo despojaron de sus pertenencias y luego lo asesinaron con una reata en el cuello y un arma cortopunzante.
Uno de los delincuentes tomó el volante y en compañía de sus compinches y el cuerpo, se regresaron para Medellín, debido a que el objetivo era dejar el vehículo con otra persona, quien les entregaría 2 millones de pesos.
Falló el carro
Sin embargo, pasaron cosas al día siguiente. Cuando transitaban por el carril norte – sur de la avenida Paralela, el automotor, un Renault Logan, se averió, motivo por el cual los delincuentes se orillaron a la altura de la estación Tricentenario del metro y lo abandonaron.
Por su parte, los familiares de Carlos Andrés comenzaron ese jueves con su búsqueda porque no sabían nada de él, desde el día anterior, cuando había quedado de visitar a su exesposa y nunca llegó.
En medio del desespero, uno de los parientes activó el GPS del vehículo, conoció que el carro se encontraba en el sector de Tricentenario y fue en su búsqueda. Al llegar encontró a su ser querido en la parte de atrás, con una correa sujeta a la altura de la boca.
La investigación
Las autoridades comenzaron con las indagaciones y durante dicho proceso encontraron que una de las personas que había participado era Sara, quien al enterarse de que estaba siendo buscada por las autoridades se perdió. Por su parte, los familiares de la joven denunciaron ante la Fiscalía su desaparición el 7 de junio.
A pesar de esto, las autoridades continuaron adelante con el proceso y lograron, el 24 de ese mes, ubicar y capturar a la joven en una finca de su familia en Copacabana. Durante la investigación, las autoridades también establecieron que Sara había recibido 200.000 pesos por pedir el servicio por medio de la aplicación.