Los gritos desesperados de Ana Carmela Pacheco Díaz, una mujer que llevaba apenas ocho días viviendo en el barrio La Cumbre de la UPZ La Joya (Ciudad Bolívar), empañaron la tranquilidad de la madrugada de ayer en este sector, donde ahora reina la consternación por el atroz feminicidio que cobró la vida de esta madre de familia. Ana murió a manos de su novio, un hombre que, tras cometer este crimen, huyó del lugar ante la mirada inocente de una de las hijas de la víctima.
El horrible episodio ocurrió en la calle 79D con carrera 18Q, mientras una fuerte lluvia bañaba la montaña en la que Ana vivía junto a sus dos pequeñas. A las 4:20 a. m., esta mujer, a quien sus vecinos describen como trabajadora y cariñosa, fue agredida brutalmente por su novio, un joven de 24 años, quien, en un arrebato de celos, terminó con su vida de la manera más despiadada.
Ataque de celos
“Cuentan que Anita estaba la noche del sábado bien contenta, con ganas de compartir con sus vecinos y su pareja. Dicen que ese tipo era muy agresivo y violento. La verdad, nadie en el barrio lo distinguía, primero porque ella solo llevaba una semana en la zona, y segundo, porque el tipo no le daba confianza a nadie. Se veía menor que ella, pero problemático; hasta se escuchó que la muchacha lo quería dejar por peleón. Pero, ¿quién iba a imaginar que ese desgraciado iba a hacer algo así?”, comentó un vecino a Q’HUBO.
Aquella noche, Ana y su pareja, quien también era oriundo de Venezuela, estuvieron en casa antes de salir a un local de venta de licor, donde compartieron alegremente hasta la madrugada. Sin embargo, minutos antes del feminicidio, comenzaron las tensiones.
“Ellos estaban en una billar, y al parecer allí el tipo empezó a pelearle a la muchacha, hasta que ella decidió regresar sola a casa por su actitud agresiva. Dicen que cuando estaban llegando, Ana se cruzó con un conocido, lo que al novio no le gustó porque era bien celoso”, relató un residente del sector.
Ana, conocida por su alegría y amabilidad, saludó cordialmente a unos vecinos que estaban frente a su casa, a quienes ya conocía. Este gesto desencadenó la ira de su pareja, quien, en un ataque de celos, intentó agredirla. Los moradores intervinieron para proteger a Ana, impidiendo que el hombre la atacara.
“Los vecinos empezaron a agredir al novio de la mujer por la forma en que la trataba. Mientras ella entraba a la casa, el tipo se fue tras ella minutos después de la pelea, donde comenzó a discutir con Ana”, agregó una fuente anónima a Q’HUBO.
Poco después, los gritos del hombre, culpando a Ana de haber permitido que lo golpearan, dieron paso a los desgarradores gritos de la mujer, que alarmaron a la comunidad. En ese momento, el sujeto comenzó a golpear a Ana delante de su hija menor. En cuestión de segundos, la situación se volvió aún más trágica: el agresor empujó a Ana desde el segundo piso, haciendo que cayera a la calle frente a la entrada de su casa. Acto seguido, el hombre la atacó con dos patadas en el cuello y, sin piedad, le propinó una puñalada mortal en la espalda antes de huir cobardemente por las estrechas calles del barrio.
Minutos después, agentes de la Policía llegaron al lugar y trasladaron el cuerpo gravemente herido de Ana al Hospital de Meissen, donde, lamentablemente, falleció alrededor de las 6:00 a. m.