Un extraño y trágico suceso tuvo lugar la madrugada de ayer en la avenida 11, entre calles 22 y 23 del barrio Toledo Plata, que terminó con una persona asesinada.
Todo empezó cerca de las 3:00 de la mañana, cuando en un puesto de venta de perros calientes, algunos clientes se reunían para comer algo, y uno que otro estaba algo pasado de tragos.
De repente, llegó un hombre que desde el principio se notaba extraño. Hizo un pedido, pero mientras esperaba, le pidió prestada la moto a otro de los que estaban ahí.
La solicitud, que al inicio parecía inofensiva, rápidamente se volvió un problema cuando la persona se negó a prestársela.
Al escuchar el “no, usted está muy borracho”, el presunto agresor perdió el control. Según la información preliminar, sacó un arma de fuego y le apuntó directamente a la persona que se había negado a prestarle la moto. En ese momento, la situación se puso tensa, y todos se quedaron quietos sin saber cómo reaccionar.
El dueño del negocio, viendo que la situación escalaba a mayores, decidió intervenir para tratar de calmar los ánimos.
Pero en lugar de mejorar, la situación se salió aún más de control. De un momento a otro, el hombre armado perdió la paciencia y comenzó a disparar.
El que se había negado a prestarle la moto logró correr para salvarse, pero en medio de todo el caos, el dueño del local fue alcanzado por uno de los disparos.
El balazo fue mortal, y el hombre cayó al suelo, quedando tendido en su propio negocio, justo donde apenas empezaba a construir su sueño de vender perros calientes.
Aunque algunos intentaron ayudarlo, ya era demasiado tarde. No había nada que hacer solo llamar a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para que se encargara de la situación.
Los uniformados llegaron rápido, acordonaron la zona y esperaron a que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizara el levantamiento del cuerpo y las investigaciones del caso.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades aún no habían identificado al hombre, y el agresor seguía siendo buscado.
¿Hecho de intolerancia?
Al principio, todo apuntaba a que el asesinato había sido producto de un arranque de intolerancia que se descontroló.
Sin embargo, con el pasar de las horas, las versiones empezaron a tornarse contradictorias y ya no encajaban del todo.
“Es un poco apresurado determinar un móvil claro porque todo está muy confuso. No hemos descartado la posibilidad de que en el lugar no solo se estuvieran vendiendo perros calientes, sino también otra cosa que pudiera haber puesto en riesgo al dueño del negocio”, comentó una fuente judicial, manteniendo abierta la posibilidad de otros motivos detrás del crimen.
Pese a estas sospechas, aclaró que, por ahora, la hipótesis principal sigue siendo que fue un hecho de intolerancia que terminó de la peor manera.