En la madrugada del domingo, un conductor que se desplazaba por la vía La Floresta, en el sector de Santa Rosa de Lima, notó una motocicleta con la placa XQM27G abandonada a un costado de la carretera.
Intrigado por la situación, decidió detenerse para verificar lo que había sucedido, sin saber que estaba a punto de realizar un hallazgo fatal.
Al acercarse al lugar, descubrió el cuerpo de un joven a escasos metros de la moto. La víctima, identificada como Jordi Armando Moreno Gallo, de 25 años, no presentaba signos vitales.
De inmediato, el conductor alertó a las autoridades, quienes enviaron una ambulancia al sitio. Sin embargo, tras llegar los paramédicos, solo pudieron confirmar que el joven había fallecido en el lugar del accidente.
El Instituto de Tránsito y Transporte de Los Patios asumió el control de la situación y procedió a realizar la inspección técnica de la escena, además del levantamiento del cadáver.
De acuerdo con el informe preliminar de las autoridades, el accidente ocurrió alrededor de la 1:00 de la madrugada, momento en el cual Moreno conducía su motocicleta por la vía mencionada.
Las primeras versiones indicaban que la causa del accidente habría sido el exceso de velocidad, lo que llevó a que el joven perdiera el control del automotor y terminara estrellándose contra uno de los costados de la carretera.
A pesar de esta hipótesis inicial, con el transcurso de las horas surgieron nuevas versiones que comenzaron a poner en duda la versión de un accidente ocasionado únicamente por exceso de velocidad.
De acuerdo con la información, habría un segundo vehículo implicado. Al parecer, este automóvil pasó a alta velocidad cerca de la moto de Jordi Moreno, lo que, según esta teoría, provocó que el joven perdiera el control y terminara saliéndose.
Una sonrisa en su rostro
Jordi Armando Moreno Gallo, quien vivió toda su vida en el barrio San Mateo, fue un joven muy querido por su familia y su comunidad.
Creció en un hogar lleno de amor, junto a sus padres y cinco hermanos, siendo el primer hijo varón de la pareja, lo que lo convirtió en un motivo de orgullo y alegría para ellos.
Estudió regencia de farmacia en la Universidad Francisco de Paula Santander, donde no solo adquirió conocimientos, sino también la disciplina y la dedicación necesarias para sobresalir en su campo.
Desde joven, Jordi mostró un gran interés y talento por las matemáticas, destacándose en su colegio como uno de los estudiantes más brillantes en esta área.
Al finalizar sus estudios, consiguió un empleo en la empresa Gases del Oriente, donde trabajaba en el área de facturación.
La empresa, hoy consternada por su pérdida, lo recuerda con mucho cariño, reconociendo el impacto positivo que tuvo en el ambiente laboral.
«Hay mil palabras para describirlo, es increíble lo que acaba de pasar», expresó una familiar visiblemente afectada por la tragedia. «Era muy sencillo, respetuoso, con valores, alegre, responsable y siempre tenía una sonrisa en su rostro».
Su repentina partida ha dejado a su familia y amigos en un profundo dolor, pero también los ha llevado a recordar los momentos felices compartidos con él, honrando su memoria y los valores que siempre promovió.
La comunidad de San Mateo, que lo vio crecer, también siente su ausencia, recordando a un joven lleno de sueños y aspiraciones, cuya vida fue truncada de manera tan trágica e inesperada.