Los hechos de violencia en Bogotá no paran y, por el contrario, ponen aún más en riesgo a la población que es víctima de atracos y otros delitos en vía pública.
El caso más reciente es prueba de ello. Pasajeros de una ruta del SITP en el sector de Cedritos, localidad de Usaquén, al norte de la capital, además de ser víctimas de un robo, también quedaron en medio de una balacera en la que las autoridades auxiliaron al conductor del vehículo de servicio público para atrapar a quienes habían acabado de cometer el hurto.
Y es que, en la noche de este lunes, 30 de septiembre, dos sujetos armados, uno con un arma de fuego y otro con un arma blanca, se subieron a la ruta E44 del SITP y tras intimidar a cada uno de los pasajeros, les exigieron que entregaran sus pertenencias a cambio de no atentar contra su integridad.
Los delincuentes despojaron de sus pertenencias a los pasajeros y se bajaron del bus para emprender la huida. Entonces, el conductor empezó a pitar para llamar la atención de una patrulla militar que estaba en la zona que, cuando se percató del llamado de auxilio desde el vehículo se acercó al mismo.
Luego de que el conductor y los pasajeros les señalaran a los presuntos ladrones, los militares comenzaron a perseguir a los delincuentes quienes, al verse acorralados por la acción de los uniformados, respondieron con disparos.
En el cruce de disparos, el delincuente que tenía en su poder el arma cortopunzante, fue capturado en flagrancia. Su cómplice, el que portaba el arma de fuego con la que se enfrentó a la policía, logró escapar.
En videos se escucha cómo el capturado le dice: “No sea así, hermano” al militar que lo detiene en medio del repudio de los transeúntes que le incriminaron su actuación.
“Nuestros soldados se encontraban realizando un patrullaje en el sector cuando el conductor los pone bajo alerta de un hurto que se está realizando en este bus. Ellos reaccionan inmediatamente, logrando la captura de uno de los dos ladrones, recuperando seis teléfonos celulares. Este sujeto fue conducido al CAI y puesto a disposición de la Policía Nacional”, señaló el oficial de operaciones del batallón de Policía Militar número 15, mayor Camilo Hernández, al diario El Espectador.
El capturado, indicaron las autoridades, había salido de prisión hace dos meses tras pagar una condena de ocho años por el delito de hurto agravado. En el momento de la captura, portaba la cédula de su cómplice, quien ya está plenamente identificado tras ser reconocido por las víctimas del hurto.
